Este cómic tiene un dibujo muy bueno
pero la historia era como floja.
Vamos, para mi. A ver si ahora el
guionista se va a enfadar conmigo. ¡No se puede decir nada ya!
Deberíamos aprender a encajar
despiadadas críticas desde pequeños, lo mismo que nos vacunan. Las
críticas, como las jeringuillas, no son más que un pinchazo y luego
se pasa.
También puedes ensañarte como un
sádico, cosa que a estas alturas tiene justificación.
El Imperio Romano fue derrumbado por
las invasiones bárbaras. Sólo los bárbaros son capaces de deshacer
las infinitas normas de una civilización en su cenit que impiden el
desarrollo. Los bárbaros no entienden de normas.
Hoy no se puede criticar. No se puede
opinar si eso hiere a alguien. Pero en ese plan acabas metido en una
maraña inextricable de reglas sociales que mientras antes protegían
ahora no dejan actuar.
Por eso me temo que hoy ir en plan
bárbaro no sólo es aceptable, sino que es necesario.
Hombre, el óptimo es ser un bárbaro
que ha estudiado en Harvard, pero la actualidad creo que exige más
barbarie y menos saber qué dedo hay que levantar al coger una taza
de té.
Así que ¡venga! A ver qué corazón
desgarras hoy. Es muy divertido, en serio. Te lo recomiendo.