lunes, 2 de enero de 2017

Por qué odio Saturno Kyle Baker Norma Editorial Vértigo

Ah, Por qué odio Saturno. Tan generacional. Tan “ahí fuera hay alguien que piensa como yo”.


Francamente, este tebeo está de perillas. Os lo recomiendo a todos.

Recuerdo que en mi primer trabajo me trinqué a una chica gordita y pequeña, tipo Pac-Man. Eso hizo que mi pretendida por aquel entonces, que también trabajaba allí, se rebotara mucho.


Tirarse a la Pac-Man era tirarse al coco del trabajo, pero a mi estas cosas me dan igual porque los cocos follan mejor. Esto es así porque tienen su energía concentrada en su vagina y no en su faz.

Total, que mi pretendida se tuvo que comer esa humillación, porque su pretendiente se tiró al coco. ¡Bueno! ¡Lo siento! ¿Qué quieres que le haga?


Todo esto viene a que la Pac-Man también se había leído Por qué odio Saturno, por eso me he acordado. Pero vamos, que a mi eso me daba igual. Yo sólo quería su vagina Pac-Man.

Las bolitas follan muy bien y no son así pesaditas. Como son bolitas tienen que tragar con lo que les eches. Esto parecerá lo que parezca, pero mi amigo Ricardo y yo lo tenemos muy claro. ¿Para qué quieres un Ferrari para dar un paseo por el campo? Una furgoneta Citroën vale.


Además el Ferrari se te puede rayar. La furgoneta da igual que la rayes.

Ey, tío, ¿qué pasa? ¿Que tú no has tenido 20 años? Pues yo sí.