Tú eres capaz de no conocer Shadow of
the Beast. Esa cara de tonto que tienes da para pensar cualquier
cosa.
Shadow of the Beast es un juego de
acción de scroll horizontal que tuvo mucho peso en el Commodore
Amiga, fue su mejor juego durante mucho tiempo, alabado y respetado.
No es para menos, porque vaya nombre.
La Sombra de la Bestia. Como para no respetar eso. Cualquiera no.
La Sombra de la Bestia sirve para hacer
guerra fría, es decir, acojonar a los demás con lo que podrías
llegar a hacerles pero sin necesidad de hacerles nunca nada.
Sin embargo, los tiempos imponen que
ese tipo de prácticas queden desfasadas porque genera mayores
beneficios el entendimiento profundo mutuo, como están demostrando
Rusia y Estados Unidos de una manera que sólo puedo alabar. Y no soy
yo muy de alabar.
Si eres hipster no puedes hacer esto
porque te crees una víctima y las víctimas sólo se dedican a
defenderse, no a entender a los demás.
Por eso Trump ha logrado lo que nunca
logró Obama, porque Obama es hipster y Trump no.
En resumidas cuentas, en estos tiempos
La Sombra de la Bestia sólo sirve para escuchar bandas sonoras
exquisitas.
Y tú quejándote de los tiempos. Pues
no sé qué tienen de malo los tiempos.