Si acoplas esta cosita al estupendo
mando de la Xbox 360 podrás chatear con tus amigos, si es que los
tienes.
Además, podrás insultar a
desconocidos llamándoles cosas horribles gracias a la protección
que te ofrece Internet. Por la calle no hay huevos a llamarle a
alguien hijo de puta por si te suelta una hostia, pero por Internet
no se pueden pegar hostias. Por tanto se puede insultar.
Internet ha hecho cosas maravillosas,
pero la mejor de todas es ofrecernos la posibilidad de quitarle la
correa a la bestia que yace en nosotros sin consecuencias para
nuestra integridad física. Si nunca te has atrevido a insultar a
nadie ahora puedes hacerlo porque te puedes ir de rositas.
Asimismo, puedes buscar novia de forma
mucho más eficiente, porque en un bar no le vas a decir a una chica
que te gusta disfrazarte de bebé y que te den el biberón, porque
menudo palo. Sin embargo por Internet lo puedes hacer porque no te
ven la cara.
Así queda resuelto un tema peliagudo,
el de las perversiones sexuales. Si te casas con una chica sin que
sepa que te gusta disfrazarte de bebé vas jodido, porque así nunca
te vas a poder disfrazar de bebé, con lo que te gusta. Y ella
tampoco se podrá atravesar los pezones con agujas de jeringuillas
porque tampoco te lo ha dicho y tiene miedo de lo que puedas pensar
de ella.
Total, que si cimientas un matrimonio
sin utilizar Internet está condenado al fracaso, ya que habrá algo
que no compartís. Y esa es la receta para el fracaso de un
matrimonio.
Es evidente que Internet ha hecho de
nuestra vida algo mucho mejor. Nos ha permitido ser más libres
porque en Internet se pueden decir cosas que no se pueden decir en la
calle.
Y como el ser humano está diseñado
para su expresión infinita pues Internet es una cosa muy buena, ya
que sirve al hombre y no al tirano.
Total, que te metas en Internet. Que te
va a ir muy bien.