jueves, 3 de noviembre de 2016

Love de Orange


Quería pasar unos días sin escribir, dedicándome a modernísimos youtubes, pero no aguanto más. Me han dado este puto folleto por la calle y no aguanto más.


Esta campaña es el epitafio de la publicidad. La publicidad ha dado lo mejor que tiene y en vez de balas ha salido aguachirri de la pistola. Esta es una campaña perfecta, inmaculada. Hecha con escuadra y cartabón. No tiene un puto pero. Y, sin embargo, es la mierda más insultante que ha existido nunca y que nunca existirá. ¿Cómo puede ser eso? Pues porque el libro se terminó hace años y todavía no os habíais dado cuenta.

Yo, que molo que te flipas, y así lo he puesto en mi perfil de Google+, me di cuenta de que esto iba a pasar. ¿Cómo no iba a pasar? Pero vosotros, ¿a qué estáis? ¿A qué? Porque a molar no estáis. A las pruebas me remito. Esto son hechos, no teorías del Juan. ¡Hechos! ¡Esta campaña es una mierda! ¡Una mierda! ¡Taláis árboles para darme esta mierda pinchada en un palo! ¡Pero bueno! ¿Vosotros de qué vais?


Primero, que me la lanzáis como un teaser, como si viviésemos en 1999. Pero a ver, hijo de mi vida, ¿tú en qué mundo vives? ¿Cómo es ese mundo prehistórico en el que habitas en el que un teaser todavía te hace cosquillas en la barriga? No, cuéntamelo. Que la arqueología me fascina. Explícame qué colosales animales habitan ese mundo. ¡Debe ser fascinante! ¿Los dinosaurios han evolucionado en pájaros o todavía no hemos llegado a ese punto? Porque yo diría que no has llegado ni de coña. ¡Pero ni de puta coña!

Luego, que, oye, imagínate que el teaser resulta que precede a un producto fantástico. Ese que estoy esperando. Oye, pues me callo la puta boca. Claro que sí. Pero resulta que Love resulta ser... ¡Tatachááááán...! ¡Servicios integrados de Orange! ¡Ole tus cojones! ¡Joder, qué interesante! ¡Lo nunca visto! ¡Menos mal, Orange, que has llegado con tus servicios integrados, porque yo, de verdad, ya no sabía qué hacer! ¡Cuántas facturas diferentes! ¡Una de móvil, una de Internet...! ¿Es que nadie sabe arreglar este complicado desastre? ¡Una solución, quiero!


Y ya, de postre, una jovencita gordita preciosa me da este puto folleto delante de una tienda de Orange. Bueno, vale. Dame el puto folleto. Yo a ti te cojo lo que quieras, preciosa. ¡Lo que me dejes! Pero oye, si sólo me dejas el folleto, pues sólo el folleto, no hay problema. Abro el puto folleto. Bueno, pues por lo menos que me salgan fotos de móviles, que eso siempre mola mirarlo, las últimas novedades. ¡Naranjas! ¡Una descripción conceptual de la campaña! ¡Un power point hecho folleto para el consumidor final! ¡Oye, y que ni sonrojarse! ¡Con papel de este de puta madre! ¡Que habrás tenido que talar una secuoya para hacer el puto folleto! ¿Pero esto qué es?

Esto lo que es es una puta vergüenza. Un puto desastre. Una campaña que ya no es 360, sino 720, es la mierda más mierda que ha parido madre. ¿Y si falla esto? ¿Qué hacemos? ¡Nada! ¡Nada, retrasados, que os lo tengo dicho! ¡Que no hay nada! ¡No hay nada más allá! ¡Se acabó el camino! ¡Más allá hay un precipicio, por Cristo bendito, que os lo tengo dicho! Pues no, habéis querido seguir hasta que os habéis caído. Ole vuestros cojones.


Hombre, yo ahora podría regodearme, pero ni ganas tengo ya. Ya bastante tenéis con lo que tenéis. Con el vacío cerebral, la confusión más neutra, ese lugar en el que todo es blanco en el que Neo cogía las armas. ¡Nada! ¡Habéis llegado al vacío más absoluto! ¡A la perversión completa! ¡Y luego el pervertido soy yo porque me gustan las gordas! No hay derecho, hombre.

Esto es, de verdad, una puta vergüenza. UNA PUTA VERGÜENZA. Y sobre todo por lo del folleto que es casi de papel glossy. Vestir de gala aquello que no es nada. No, no es que sea un poco, es que no es nada de nada. ¡Nada! Porque el humo aún es algo. Esto no es nada. Esto es la Nada que arrasaba el reino de Fantasía en La Historia Interminable. Un desastre. Una mierda.