domingo, 8 de enero de 2017

Flash 5 Animaciones y Juegos. Anaya multimedia.

Ah, Flash. La quintaesencia de la molonidad. Y encima ahora está en desuso. O sea, el top mol.


Como yo soy una persona muy inteligente, brillante, cegadora, me dio en su día por aprender Flash. Las animaciones Flash que poblaban la Internet pre-siglo XXI me ponían tan palotegui que quise hacer las mías propias.

Y así lo hice. No sólo eso, también aprendí Action Script con un libraco aún más gordo que este y con más letras, porque quería añadir interactividad a mis trabajos.


Como ves, soy un cabrón más dedicado que Arbeloa. Un hijo de perra difícil.

Salgo a mi madre y a mi abuela. Vaya dos.


Es una pena que Steve Jobs decretase el final de Flash en favor de HTML5, porque Flash era más bonito y más interesante. Puede que HTML5 sea más práctico, pero las cosas prácticas son vulgares. Como de tío que se cree muy listo pero es muy tonto.

Cuánto mejor es un Toyota Celica del 99 que cualquier modelo actual. Pues con el Flash ocurre lo mismo.


Así que por eso tengo este libro. Para recordar tiempos mejores.

Si es que los hubo.