Un mundo agresivo. ¡Y tanto! Lo de
Podemos clama al Cielo.
Joder, ¿tanto le pone a uno un cargo?
Yo siempre he pensado que obtener cualquier mérito es una victoria
en la batalla que lucho contra mi mismo, pero jamás de los jamases
debe ser una sobre un semejante.
Supongo que la movida es la siguiente:
todos saben que Pablo Iglesias es el mejor. Pero su grandeza
empequeñece a los demás, que no serán tan buenos pero también
quieren pintar algo. Quieren reconocimiento.
Pero como decir “quiero
reconocimiento” no lo vas a decir, porque vaya palo, montas
discursos retorcidísimos como los de Errejón, tipo núcleo
irradiador. Hay gente que escribe millones de páginas sólo por no
decir “dame un mimo”, como yo.
Pero claro, si pides el mimo ya no
vale, tiene que salir del otro. Ya sabes cómo va la movida, ¿no?
Imagino que alguna novia habrás tenido.
Así que lo que te queda es aguantar,
esa asignatura pendiente en Podemos. Todos queremos el poder YA
porque somos los mejores y no existe razón alguna para no obtenerlo
YA. Pero como en las relaciones humanas pasan cosas como las que he
descrito tienes que esperar a que el otro te dé el mimo, mientras él
o ella espera que se lo des tú.
Pero tú no se lo vas a dar el primero,
porque eso sería bajarse los pantalones. Así que toca aguantar
hasta que con una serie de gestos sutiles la cosa se vaya relajando y
el problema desaparezca por completo y todos nos riamos de cómo
pudimos ser tan tontos.
Y como estos chavales están más
verdes que la mierda pues les queda un buen trechín hasta que
aprendan estas cosas tan básicas que, de básicas, las desprecian,
porque son muy inteligentes.
¡Ah, el cerebro! Qué mal consejero.
Siempre lo digo.