Este verano vi bastante un anuncio de
Oxford que estaba bastante bien. Creo que era inglés, pero lo habían
importado para ponerlo aquí.
La publicidad inglesa es la mejor. Si
no eres inglés y no vives en Inglaterra yo creo que es mejor que no
te dediques a la publicidad. Nunca podrás ser el mejor en lo tuyo y
eso es tremendamente frustrante.
Es como ser futbolista pensando que al
tope que vas a llegar es a jugar en el Sporting de Gijón. Coño,
pues eso no anima. Para eso te haces panadero y vendes pan de masa
madre mientras dure la moda. Luego ya verás a ver qué haces.
Los ingleses tienen ese punto de
inteligencia extra que necesita la publicidad. Los demás somos
idiotas, no tenemos clase. La publicidad necesita clase, ya que habla
de marcas que han de ser deseables para los ojos del consumidor. Y
algo que no tiene clase no es nada deseable.
Por tanto los demás sólo podemos
aspirar a ser los ejecutores de los deseos del empresario, un señor
que es muy cateto, por eso ha hecho tanto dinero. Fuma puros y se
jacta de su riqueza, porque es de pueblo.
Y si ese señor ha de tener poder sobre
tu trabajo vas listo. Como ha quedado claro, ese señor es de pueblo.
Y tú odias el pueblo, por ese vives en la ciudad y te dedicas a la
publicidad.
Pero si te dedicas a la publicidad
jamás podrás abandonar el pueblo del todo. Te perseguirá porque el
pueblo es así, como Venom, un simbionte que se pega a tu superficie.
Te recubre por completo y te hace ser mala persona.
Por eso te digo que si no eres inglés
te dediques a otra cosa. Nunca lo vas a conseguir.
No sé. Escribe cuentos infantiles,
como la mujer de Amador Rivas. El Puercoespín Serafín. No sé.
¿Tengo que solucionarte yo la vida?