martes, 10 de enero de 2017

Autopista Conducimos tu pasión

A mi los esloganes me encantan. Siendo finos se les llama “claims”, pero a mi me gusta más la palabra eslogan porque me recuerda al Tío Gilito, porque él utilizaba eslóganes para anunciar sus muchos productos. Café, verduras, pasta procesada... Gil Pato era un gran hombre.


Este eslogan es especialmente simpático. “Conducimos” porque es una revista de coches, de máquinas que se conducen. Y “pasión” porque a todo el mundo le gusta la pasión. Puede que seas el ser más gris de la faz de la Tierra pero, oye, si alguien apela a la pasión, tú escuchas.

Además este eslogan tiene una de estas mezclas de laboratorio, lo racional y lo emocional ¡juntos! ¡Por fin! Gracias, revista Autopista.


A la gente les encantan las cosas que mezclan lo racional y lo emocional. Les hacen sentir seguros, como que tienen todo el pack. Lo racional está muy bien, pero mucha racionalidad ¡qué rollo! ¡También quiero pasión! Bueno, pues no te preocupes, porque la revista Autopista te escucha.

Pero claro, mucha pasión es peligrosa, porque ¿quién sabe a dónde te puede llevar? No, no, no, mejor ponme mitad de racionalidad, que no las tengo todas conmigo.


Y así se construyen los eslóganes. ¿A que es divertido?

Una barbaridad.


Y nada, y así pasa la vida. Entre lo racional y lo emocional.

Qué desastre.