Me pillé este tebeo pensando que
gracias a Hora de Aventuras recuperaría el interés por los cómics,
pero no fue así. Ni Hora de Aventuras puede conquistar una hazaña
como esa.
Los cómics no molan porque cuestan
mucho esfuerzo. Antes molaban porque eran menos esfuerzo que los
libros, porque tenían dibujos y poca letra. Ahora incluso la letra
de los cómics es excesiva y me paso, sin pensarlo, a los videojuegos
en general.
Bueno, ya me pasé hace mucho tiempo.
Es una forma de hablar, hombre.
Los cómics te llenan la cabeza de
tonterías y no aportan nada. ¿Que a este le ha picado un escarabajo
radiactivo y se ha convertido en Beetleman? Vaya por Dios. ¿Que a
este chico que vive en Malasaña los recuerdos de la infancia le
ponen así como melancólico y se abraza a su bicicleta con cestita?
Vaya por Dios.
Ya me dirás tú qué hay de interés
en los cómics. Absolutamente nada.
Sin embargo los videojuegos son todo
rayos láser. Es más, los modernos no tienen nada de texto, porque
como en los Blu-Ray caben muchos datos se pueden permitir muchos
megas de doblaje profesional y así tú sólo te tienes que recostar
en el sofá y dejar que te cuenten la historia. Como las películas,
pero más moderno, porque los videojuegos molan más que las
películas, son más guays.
Yo, que ya me estoy haciendo mayor,
paso mis horas jugando a viejos títulos de Turbografx porque me
tranquilizan. La nostalgia da morfina y prefiero la nostalgia a la
metadona, porque con la metadona te llaman yonki y con la
nostalgia... Bueno, tampoco es que te llamen lindezas con la
nostalgia, pero por lo menos no te llaman yonki.
Sin embargo veo youtubes de toda la
mierda moderna que hay porque me gusta mucho. Lo mío es estar en la
onda, lo que haga en mi vida privada es otra cosa.
Mi vida privada es de viejo
cascarrabias. La pública de deslumbrante modernete. Soy una farsa.