He estado escuchando unas samples de
estos tal Capcom Sound Team en Amazon y vaya tela. Son unos genios.
Son unos genios radicales, apoteósicos,
y no les verás en los Grammy. Están en las oficinas de Capcom, ahí,
en un cubículo, seguramente con un poster de un gato que se agarra a
una cuerda de tender la ropa.
He buscado fotos de ellos, porque yo
cuando me emociono con algo voy a saco, y son tres tías y tres tíos,
o cuatro tías y dos tíos, o algo así. Los tíos son algo
andróginos, en cualquier caso.
Ahí los tienes, con sus ojos rasgados,
como si no pasara nada. Y hacen unos temas que te iluminan las partes
más oscuras de tu cerebro. ¿No es ese un atentado a la privacidad?
Yo creo que todos tenemos derecho a
tener una mazmorra dentro de nosotros. Un lugar de cadenas y pinchos,
donde se cometen las peores tropelías sólo por esparcimiento. Y
ahora resulta que vienen los japos estos y me iluminan la mazmorra.
No hay derecho.
Si me iluminas la mazmorra deja de ser
mazmorra. Esa es la gracia. Lo que mola de una mazmorra es que dé
mucho miedo, porque si no entonces cuando yo me vista con el traje de
látex tú te vas a reír de mi y eso corta el rollo que te cagas.
Tienes que pensarte que soy alguien muy oscuro, siniestro, y que te
voy a hacer las de Caín. Si no el juego se nos va a tomar por culo.
Y si me llegas tú con tu musiquita a
encenderme las luces te voy a echar a patadas, porque ese rinconcito
está bien como está, oscuro que te cagas. ¡No me toques los
cojones!
Así que Capcom Sound Team es una cosa
muy mala que exista, porque con estos cabrones no puedes dejar un
solo rincón oscuro. Con ellos tienes que retratarte. Se te tienen
que ver las vergüenzas. Pues vaya plan.
Así que os alerto a para que no os
compréis nada de esta gente porque os van a dejar en pelotas. Así.