martes, 10 de enero de 2017

Magical Sound Shower(1993) (OutRunners)-SEGA-Out Run-Original Soundtrack, Vol. 2

El Out Run molaba porque ibas en un Ferrari Testarossa junto a una rubia. He ahí, desnuda, la belleza sin límite de este juego.


No, no me hables de jugabilidad. Sega no se preocupa de esos pormenores. Sega sólo sabe de una cosa: de molar. La arquitectura interna del juego se la deja a Nintendo.

Sega es molar sin límite. Molar sin parar. Sin parar, sin parar, sin parar. Sega sólo mola. Sólo sabe hacer eso. Por eso se fue a la bancarrota.


Sega se fue a la bancarrota por lo mismo que el sistema se ha ido a hacer puñetas. Porque Sega y el sistema sólo sabían molar. Cómo conseguirlo no entraba dentro de la ecuación.

Si esclavizas niños congoleños para que te saquen, no sé, plata de la mina, pues se les esclaviza y santas pascuas. ¿A mi qué me importa un puto niño congoleño si aunque se lo coman las moscas tengo plata? ¿No te estoy diciendo que tengo plata? ¿Qué más me va a importar?


Sin embargo, esos asuntillos morales de tan poca importancia acabaron por convertirse en problemas prácticos, así que el sistema tuvo que echar el freno porque si no se resolvían esos asuntillos la máquina dejaba de funcionar. El niño congoleño se rebeló y cagó podemitas, cual plaga de langostas, para que devoraran a los tiranos.

Y hay que reconocer que ese niño congoleño sabe cagar. Menuda horda de tocahuevos. A esos es mejor tenerlos de amigos que de enemigos. Te lo digo.


Resueltos los pormenores, Sega planea un nuevo Sonic para este año. Y tiene muy buena pinta, por eso insisto en que todo está conectado.

Habrá que quitar de en medio a los podemitas, porque si no son capaces de tocarle los huevos a Sega. De podemita a niño rata hay un paso.