El Street Fighter IV es el mejor juego
de la historia, por lo menos para mi. Para mi el mejor juego de la
historia es Street Fighter IV. Ni Pong, ni Mario, ni Zelda ni su puta
madre. Street Fighter IV.
Yo al juego al que me lo paso mejor
jugando es Street Fighter IV. Su concepto “fácil de aprender
difícil de dominar” no es sólo una estrategia publicitaria. Este
juego es muchísimo más profundo que el ajedrez, amén de más
moderno y por tanto más divertido. Porque, joder, el ajedrez es un
coñazo.
En Street Fighter IV siento una lógica
que escapa a mi razón, pero que existe. No sé por qué hago lo que
hago pero encaja. Es una lógica que se descifra con la parte
izquierda del cerebro. ¿O era la derecha? Nunca me acuerdo.
Hay una música en Street Fighter IV
que entiendo instintivamente, sin pensar, y claro, eso te pone todo
palote. Es el misterio de los misterios. Seguir su rastro es la única
tarea que me motiva en la vida.
Por eso digo que es mejor que el
ajedrez. Porque, joder, el ajedrez lo inventaron unos tíos
antiquísimos, que tendrían la parte esta guay del cerebro que digo
supersubdesarrollada. ¿Que algo sea viejo significa que es mejor? Ni
de coña. Significa que es para viejos y que aquí no queremos ni
verlo.
Aquellos señores viejos, venerables,
estoy seguro, veían la vida como el ajedrez. Como una estrategia
eterna. Y esa visión la plasmaron en el puto juego que inventaron.
Sin embargo entiendo que los cerebros luminosos que inventaron Street
Fighter IV tienen una visión de la vida un pelín más esperanzadora
y también la plasmaron en el puto juego que inventaron. Joder, no
hay que ser un puto genio para darse cuenta de que el Street Fighter
IV es mejor que el ajedrez. Si está clarísimo.
Para más inri, un alfil es un alfil.
Ya ves tú qué coñazo. ¿Me lo vas a comparar con Dhalsim? ¿Me lo
vas a comparar?
Pues claro que no. Serías tonto.
¿Qué coño de gracia le ves tú a un
alfil?