lunes, 9 de enero de 2017

Panasonic Pro Power Alkaline

Si no estoy enfadado no puedo escribir. Afortunadamente con meterte un rato en Internet ya estás enfadado que te cagas.


Como el enfado es una energía muy explosiva viene estupendamente para actividades creativas, porque te sale todo a borbotones y no tienes que pensar nada. Y si hay algo que me dé pereza ahora mismo es pensar.

Estos tiempos no son muy de pensar, son de mantener el barco a flote y poco más. Hoy pensar es propio de señoritingas que piensan porque no saben hacer otra cosa, no porque sean muy listas.


Pensar es lo que haces cuando tienes la tripa llena, si no la tienes llena tienes que dedicar tus esfuerzos intelectuales a llenarla. Por tanto estos días alguien que no tenga su cerebro puesto en el mantenimiento general de la tropa es una persona muy insolidaria.

A día de hoy elaborar teorías complejas sobre la existencia es propio de jetas finos.


No, si no me cuente que las cosas están muy mal. Si ya lo sé. ¿Quién no lo sabe? Lo que pasa es que ahora hay que quejarse poco y trabajar, porque eso de decir que las cosas están muy mal, muy mal, ya lo sabemos todos. Para saber eso no necesito un pensador. Un pensador que realmente piensa, en estos tiempos, actúa, no piensa. O piensa poquito.

Como prueba, un botón; en cuanto me relajo un poco no me apetece pensar, me apetece jugar al Super Mario Bros 3, ya que es un juego que más o menos conozco y no tengo que dejarme la sesera en ver cómo me lo paso. Pongo el piloto automático y me regocijo en mi pericia para el salto y el vuelo moviendo la colita de mapache.


¿Qué coño quieres tú pensar hoy? Pero si ya está todo sobre la mesa. Los más oscuros secretos de la gente han quedado al descubierto, ya no hay ningún misterio que resolver. ¿En qué piensas tú entonces?

Yo sólo pienso en pasármelo bomba. En poco más.