viernes, 11 de noviembre de 2016

La red social


Esta peli dicen que es la leche. Yo creo que no estará mal pero tan la leche no me parecerá. Lo que sí me parece la leche es que sólo me ha costado un euro.


La leche es el precio. Un precio barato sí que es la leche. ¿Qué necesitas tú hoy en día? Precios baratos. ¿Necesitas otro iPhone? No, no, tú lo que necesitas, amigo, son precios baratos.

A ti lo que te falta no es tecnología, lo que te falta es dinero. La tecnología nos sale por los agujeros de la nariz. Estamos ahogados en tecnología, la tecnología es un pozo de mierda en el que estamos bañados. Antes era un prístino estanque, pero a base de masificarse se ha convertido en un pozo de mierda, cual piscina pública.


En mi pueblo había una parte del río en la que cubría más que la llamaban El Pozo de la Mierda. Los viejos la llamaban El Pocín, pero mi generación la rebautizó como El Pozo de la Mierda. Mi generación es mejor que la anterior porque no tiene miedo a las palabras gruesas.

El Pozo de la Mierda lo era porque por el río, Sil, bajaba mucha mierda. Recuerdo cuando bajábamos en cámaras de rueda de coche por él y creo que fue a Raúl al que le cayó una tonelada de agua en la cabeza salida de las cañerías de una de las casas de la orilla. Sí, vamos, lo que sale del water. En la cabeza.


Yo una vez bebí del río para sentirme Bambi y cogí una cagalera de la que, como veis, todavía me acuerdo.

El río Sil es la vida y la mierda es la tecnología. Si bebes de la vida demasiado manchada de tecnología cogerás cagalera, que es metáfora de estupidez. Si flipas con la tecnología flipas con la mierda. Y tú pensando que eres listo y eres tonto.


Pero te traigo una buena noticia: a mi me encantan los tontos. Los tontos son La Salvación. Los tontos tienen la medicina para tanta tecnología, que es el cerebro de la humanidad desatado. Los tontos no ven la mierda, tienen visión sónica. Y si no ves la mierda desaparece, ya que es biodegradable.

Hazte un favor a ti mismo y a la Humanidad: sé tonto. No, no eres tan listo. Yo soy mucho más listo que tú. Y te digo, amigo, que eres tonto de capirote. Regocíjate.