domingo, 31 de diciembre de 2017

Sharpie

Estos rotuladores en E.E.U.U. son muy conocidos. Allí dicen “Sharpie” en vez de “rotulador permanente”. Aquí para decir “rotulador permanente” decimos “Edding”.


¿Qué es mejor, un Sharpie o un Edding? A mi me gusta Edding por lo industrial, por lo mazacote, por lo bakala. El Sharpie me gusta porque un Edding plateado es más caro y un Sharpie plateado es suficientemente bueno para su precio.

Además Sharpie lo asocio a escuela de diseño, donde por alguna razón prefieren Sharpie a Edding. Por ese simple hecho ya prefiero Edding. ¿Qué es lo que escoge el típico pomposo? Bueno, pues yo escojo todo lo contrario.


¡Qué fácil es ir de guay! Juan se siente profundamente espantado por toda impostura, especialmente por aquella disfrazada de estilo. Juan, de tener que elegir una impostura, elige la del matón que va en SUV. El matón huele a matón y por lo menos le puedes acusar sin muchos líos. Al impostor que va por Malasaña cuesta más, es más enredabailes.

Hay que reconocer que tengo muchos ejemplos culturales de cómo cazar a un enredabailes. Paco Martínez Soria, uno de mis actores favoritos, nos da pingües soluciones en su cinta Hay Que Educar A Papá. En esta cinta Paco caza al Conde de Ronda, interpretado por el insigne Jaime de Mora y Aragón, el Mario Vaquerizo pretérito.


En esta película Paco hace como que se la cuelan para estudiar bien los puntos débiles del Conde de Ronda. Hace como que es tonto para que el Conde, en su arrogancia, se crea que tiene la partida ganada casi sin esforzarse. Sin embargo Paco, en cuanto el Conde se pone bajo el punto de mira, dispara la bala de la policía local. ¡El Conde es arrestado!

Si queréis pillar a un impostor no tenéis más que darle confianza. Los impostores lo son porque son idiotas, si no no necesitarían fingir nada. Yo, que soy guapo, listo y macanudo voy de lo que soy porque es un orgullo, no una vergüenza. Sin embargo los impostores son feos, tontos y ridículos. Por eso fingen esto o lo otro.


¿Tú cómo vas a empezar el año? Yo duchándome, para quitarme tanta impostura de encima. La postverdad es muy divertida pero deja una resaca que lo flipas, más que el Jäger. Juan empezará 2018 limpiando su ejemplar piel.

¿Y tú qué vas a hacer, salao? ¿Ir al Hotel Husa? Hombre, ahí estuve yo en mi primera nochevieja. ¡Estamos interconectaos, tío! ¡Interconectaos!

sábado, 30 de diciembre de 2017

Umaicha – Té Japonés

¡Que suenen las trompetas! ¡Por fin un té japonés con todo el sabor y nada de azúcar! Bueno, “por fin” no sé si es la expresión, el caso es que aquí está, vamos.


Umaicha tiene tres variedades, como las tuvieron Fruitopía y The Radical Fruit Company. ¡Vaya! Debe ser que la crisis nos ha dejado a todos sin memoria, porque productos re-vo-lu-cio-na-rios llevan saliendo toda la vida y siempre terminan en agua de borrajas. ¿Por qué ahora precisamente estamos deseando que todo lo que sale sea un éxito?

Debe ser porque la cosa está muy malita. Si las cosas estuvieran bien nos cuidaríamos más de con quién nos juntamos, pero como la cosa está malita estamos deseando que todo sea, de una vez, un éxito. Como estamos a oscuras estamos deseando que, por favor, algo sea una luz.


¿Realmente un té japonés es algo que nos morimos por beber en formato refresco? Yo más bien no, yo lo que me muero por beber en un formato refresco es un refresco. Un té... ¡Bueno! Quizás esté bien tomarse un té en vez de una Fanta de vez en cuando, claro que sí. Pero no estoy deseándolo-deseándolo. Esto es más bien el típico pensamiento “como ahora se lleva así lo natural he tenido una idea que, tío, lo voy a petar”.

Los grandes negocios nacen de visiones, no de ideas de buscavidas. Un buscavidas, bueno, pues es eso, un buscavidas. Se busca la vida y va tirando. Si hay que vender té japonés se vende y si hay que vender chocolate relleno de trufa pues se vende también. Todos ya sabemos cómo se lanza un producto: se hacen tres variedades, se reparten unos flyers por las tiendas, se escribe “NUEVO” con letras bien grandes... ¿Quién no sabe vender un producto? Esa es una ciencia para prehomínidos, no nos engañemos.


Lo que ya es más difícil es hacer algo mínimamente útil. Eso ya sí que casi nadie lo sabe hacer. Pero es que si aceptamos esta cruel realidad que por cruel no deja de ser realidad acabamos en una inexorable y todavía más cruel conclusión: sobra gente. Somos demasiados. La mayoría de las personas sólo están parasitando el mundo.

Hasta hace poco la Tierra era capaz de soportar que sus hijos fuesen unos caraduras que cogían mucho y no daban nada. Sin embargo la Tierra ya no da abasto. No es mal rollo ni nada, es que no puede. Si por ella fuera lo haría, pero no es una cuestión de querer. Es que no puede.


Por tanto ¿qué es lo que pasa en estas situaciones? ¿Qué ocurre cuando una especie rompe el equilibrio de la biosfera? Suelen pasar catástrofes, huracanes, cambios bruscos, etc. Justo lo que está pasando ahora. Y si ya la especie se pasa de lista tiene que acabar siendo extinguida, no por sadismo, sino porque lo importante es el equilibrio universal, no una especie demasiado caprichosa.

Los dinosaurios son el mejor ejemplo: los dinosaurios consumían muchísimo y, francamente, aportar no aportaban nada. Por eso los dinosaurios se fueron a la extinción y nos quedamos los mamíferos, que mantenemos nuestra temperatura constante sin necesidad de recurrir a circunstancias externas y, encima, ocupamos muchísimo menos espacio y consumimos muchisísimo menos. Pues eso te estoy diciendo.

viernes, 29 de diciembre de 2017

Final Fantasy VII – Advent Children

¿Flipaste con Final Fantasy VII o con A Link to the Past? Yo con ALTTP. Sin embargo hay toda una generación (los millennials-millennials) cuya primera aventura envolvente y alucinante fue FFVII.


Yo lo he intentado, pero FFVII no me lo peta tanto como se supone que debería. En el momento de la Play 1 no me llamaba mucho la atención. Aún así lo intenté pero nada, no me enganchó. Recientemente, hace un par de veranos, lo volví a intentar y me enganchó más, pero también lo dejé.

Sin embargo el muy vilipendiado Final Fantasy XIII me encantó. ¿Por qué? Porque era el primer Final Fantasy al que jugaba en mi vida, en Xbox 360. Yo no estaba viciado por nostalgias no superadas y pude disfrutar de un juego majestuoso y bien diseñado. Si hubiese estado enamorado de FFVII ¿quién sabe las tinieblas que habría tenido que despejar para ver la luz en FFXIII? Estoy muy contento de mi recorrido, soy el más guay de todos, como ya sabes, estoy seguro.


¿Tú estás pillado por el pasado? ¿Tienes un montón de basura cerebral que te obliga a ir haciendo el ridículo por la calle con un patinete eléctrico a los cuarenta y pico, como el panadero de enfrente de mi casa? Vaya, si es así lo siento por ti. Es recomendable que las personas sigan un proceso sensato de absorción y reciclaje de basura psicológica, si no puedes acabar yendo en patinete y creyendo que eso está pero que muy bien.

La “revolución millennial” a la que asistimos tiene cosas muy buenas, pero también tiene cosas horribles. Un ejemplo son los patinetes eléctricos y similares. Creo que no existe vehículo más loser sobre la faz de la tierra que el patinete eléctrico o similar. Ser superviejo e ir por la calle haciendo “como que por ti no pasan los años” es para echarse a llorar.


Creo que si tienes una midlife crisis es más digno que pagues a una mujer y te acuestes con ella. Una prostituta, vaya. Es mejor dejarte crecer el pelo (si te queda de eso) y te pilles una Harley. Si te pillas una Harley vas diciéndole al mundo que en tus tiempos no hiciste las locuras que tenías que haber hecho, pero a cambio las estás haciendo ahora, con toda la dignidad de la que eres capaz.

Sin embargo si vas en patinete... ¿Qué estás diciendo? ¿Que cuando eras niño no hiciste cosas de niño? Jo, pues... ¡Menudo mensaje! Es de lamentar esa infancia, por supuesto que sí. Me parece un poco creepy, pero bueno, cada uno lleva dentro lo que lleva dentro.


No me malinterpretes, estoy super a favor de que los seres humanos se expresen lo más posible. Hasta los gays me parecen bien, fíjate lo que te digo. Lo que yo señalo es una cuestión de estilo. Juan, simplemente, tiene más estilo que todos los demás. Ese es el mensaje central de mi disertación.

¿Que vas en patinete? Cojonudo. ¿Que vas en colorida carroza a finales de junio? Colosal. Pero recuerda siempre, querido amigo, que aquí el que manda es Juan.

jueves, 28 de diciembre de 2017

El Zagal – Sobrasada de Mallorca

La sobrasada es, digamos, un chorizo para untar. A mi esa mezcla como tan pasada de vueltas no me gusta mucho, me parece una guarrería. Si vale hacer chorizo para untar vale hacer sopa en bocadillo, supongo.


La sobrasada para mi está dentro de esa categoría de alimentos que deberían gustarme pero no me gustan por razones de asco personal, junto con el salmón y el gazpacho. El salmón me sabe como a chicle carnoso y el gazpacho es una papilla. Las papillas me repugnan, por tanto las cremas y todo lo que tenga esa textura me da ganas de vomitar.

Además, las gambas no son más que cucarachas marinas que cueces y te comes en Nochebuena. Si te cuecen unas cucarachas ¿te las comes? Pues las gambas son iguales sólo que en vez de en las profundidades de tus tuberías viven en las profundidades del océano. Lo único que las distingue es la dificultad para capturarlas. ¿Valoramos las cosas no por la cosa en sí sino por lo que nos cuesta conseguirla?


El oro no tiene nada de particular, no lo echas en una máquina y salen alimentos. El oro es valioso porque hay poquillo, según tengo entendido. Los diamantes valen más porque hay menos todavía, la plata hay pero menos y el bronce ya hay como mucho. En función de la cantidad de algo es más valioso o menos, el valor intrínseco nos la suda.

¿Se puede subvertir esta conceptualización infantil de la realidad en pos de una abundancia universal? Esto es ¿podemos ser ricos todos? Pues no veo por qué no. Cuando era pequeño siempre pensaba que para acabar con la pobreza no había más que imprimir más billetes. Luego me dijeron que no, que si imprimes muchos billetes reduces el valor de la unidad. ¿Seguro, profe? Porque esa norma te la estás inventando tú. ¿Por qué no inventas otra que funcione mejor, profesor melón?


El concepto riqueza se inventó como el concepto gambas: el que tenga más de esto, que hay poco, gana. Si ahora la humanidad es infantil no quiero ni pensar cómo era cuando se inventaron estas normas, por Sumeria imagino o por ahí. Vamos, si esto es un patio de colegio aquello debía ser el útero materno todavía.

El concepto riqueza no se inventó como concreción de la abundancia, sino como una manera de vengarte de tus amigos. Como me habéis vacilado mucho ahora yo me hago rico y el que vacila soy yo. Básicamente esa es la idea de “riqueza” que tenemos hoy en día. Que haya niños en África que las moscas se comen sus ojos nos da igual. Cualquier cosa antes de tener que ir por la vida sin sacar pecho.


Ningún rico se caracteriza por repartir sus riquezas, ¿no? Todo lo contrario, el menos filantrópico es el que más tiene. Por tanto yo no sé de qué te extrañas, mi torpe lector, porque la idea que tienes del mundo, en última instancia, lleva a que Donald Trump sea presidente. El más egoísta gana. ¿No es así?

Por tanto, lector errado, para que el mundo cambie primero tendrás que cambiar tus ondas cerebrales. Porque con esas ondas cerebrales que vas emitiendo creas un orden social en el que gana Donald Trump. ¿Lo ves cómo eres tonto? Te lo digo siempre, pero nunca me haces caso. ¿Será porque eres tonto?

miércoles, 27 de diciembre de 2017

Nenuco – Agua de Colonia

Si alguien ha ido al baño y dentro de poco la casa se va a llenar de gente lo mejor es echar Agua de Colonia Nenuco. Agua de Colonia Nenuco cubre los olores más infames y de ser un sucio ogro pasas a ser un candoroso bebé.


Agua de Colonia Nenuco es un perfume sencillo, aunque no sé yo si con esto te comes algo si te lo echas para salir por la noche. Hay chicas que se lo echan, pero yo soy un chico. ¿Será atractivo un chico que huela a bebé? Tendré que mirar a ver.

Agua de Colonia Nenuco tiene más años que yo. Agua de Colonia Nenuco no creo que sepa lo que es un twit ni cuánto tiempo se quedan las fotos en Snapchat. Y sin embargo aquí la tengo, entre mis manos, para descansar de Instagram y sentir algo orgánico después de muchos años.


No seré yo el que se meta con relacionarse a través de medios virtuales. Odio hablar por teléfono y que me hagan una llamada de voz me parece un descaro, algo que sólo me parece adecuado en una emergencia grave. A mi háblame con Whatsapp si es que tienes algo que decirme, si no ¡desaparece! ¡Fuera de aquí!

Sin embargo los medios virtuales también tienen sus peros. Por ejemplo, te pasas la vida interpretando: ¿este twit tiene algo que ver conmigo? ¿Lo dice por mi? ¿Esto que ha posteado lo postea un poco por esto que posteé yo ayer? ¡Qué cacao! ¿Sirve para algo este cacao?


Por supuesto que sirve. Pensando qué es lo que hay en la cabeza de los demás desarrollamos la telepatía. Nuestro cerebro crece ya que lo utilizamos sin parar y nos acercamos cada vez más a ser una especie galáctica, de esas que te retuercen los miembros sin tocarte, sólo con la mente. ¡Imagina lo que les podemos hacer a los villanos de la Tierra si seguimos usando las redes sociales sin parar! ¡Joderlos vivos!

Por otro lado descubrimos todos los secretos de la sociedad, que dicen por las catacumbas de Internet que son muchos y muy graves. Será como la película aquella de los niños de pelo blanco con acento inglés, que descubrían los secretos de los adultos y les daban matarile con el poder de sus ondas alpha. ¡Aquellos niños eran unos millennials de la hostia! Los millennials existen desde siempre, a ver si os enteráis.


Lo que pasa es que ahora tenemos mucho peso social. Antes no, antes esto era propiedad de unos cuantos warlords pirados del coco. Ahora todo esto es mío, de nadie más. Es mío y le doy cachos a la gente que me parece bien dárselos. ¿Estamos?

Me alegra que te sometas al poder de mis ondas alpha, sucio homo sapiens. Y ahora baila, homínido repugnante, que Juan y sus acólitos quieren festejar. ¡Vamos! ¡Hop!

martes, 26 de diciembre de 2017

El Almendro – Mini Bits

¿No os da como una extraña sensación cuando una marca tradicional hace cosas modernas? ¿El Almendro y Mini Bits deben ir en la misma frase? Analicemos tan fascinante cuestión.


En principio El Almendro no debería cambiar nada, debería ser una tableta de turrón de almendras y santas pascuas. Pero yo entiendo que en la empresa se cuelan todo tipo de caraduras: investigadores de mercado, jóvenes ansiosos por brillar, speakers de TED queriendo aplicar sus fabulosas teorías. Y entonces, claro, el presidente, sólo por que se callen, accede a hacer lo que sea que quieren hacer. Sólo por que se callen.

El resultado son estas convenientes raciones de turrón individuales. Da un poco la misma sensación que esos ancianos que, en vez de estar dormitando en el sillón, hacen surf y escuchan música rock & roll. Por un lado mola pero por otro se pierde el respeto solemne que dan los años.


¡Qué complicado puede llegar a ser saber dónde está el límite del envoltorio y la esencia! ¿Hasta dónde podemos hacer experimentos sin tocar el tuétano de la cuestión? Yo en mis asuntos lo tengo bastante claro, pero en los asuntos de los demás no me gusta meterme. Para poder asesorar a El Almendro debidamente tendría que mancharme de su cultura corporativa durante años. ¿Merece la pena? ¿De verdad necesitamos tanto nuevos formatos de envase de turrón?

Mi forma de ver las cosas es que no merece la pena el esfuerzo. El Almendro puede pasar perfectamente sin hacer absolutamente nada nuevo y los consumidores podemos pasar perfectamente sin estos envases que elevan el consumo de plástico hasta la carcajada. Pero entonces queda la cuestión cenital: un montón de “asesores” y “consultores” se verían abocados a comer huesos de aceitunas.


¿Qué es más importante, mantener un nivel de vida o hacer cosas mínimamente útiles? Según cómo respondas tú a esta pregunta llevarás adelante unas acciones u otras. Si te importa más tu jerseicito mensual que la vergüenza de saber que tus “recomendaciones” son una sarta de patrañas que sólo sueltas para que te aflojen la mosca, tu destino es claro: tú tienes que montarte una farsa y defenderla pase lo que pase.

Sin embargo si a ti te gusta más eso de no tomarle el pelo a nadie tendrás que enfocar las cosas de otra manera. De entrada tienes que deshacerte de esa visión cortoplacista que tu inteligencia de mosquito te sugiere que sigas. Tienes que montar una estructura a largo plazo en un horizonte más allá de una situación económica de emergencia, que por definición es sumamente estacional. No puedes planificar tu vida sobre la piedra angular de la inestabilidad económica.


Evidentemente ahora las estructuras están desarmadas, apenas están empezando a recomponerse. Por tanto ¿cómo esperas ganar mucho dinero en este escenario, hijo? ¿Acaso eres tonto? Lo que tienes que hacer es lo evidente, gastar poco, ahorrar mucho y preparar el armazón de tu vida en arreglo a lo más lejos que seas capaz de ver. Pero claro, si no puedes ver más allá de tus narices te entiendo.

Yo esto te lo digo porque uno va a comerse un honesto cacho de turrón y se encuentra con estos arreglos cosméticos de chichinabo que sólo sirven para justificar la presencia de algún consultor caradura. Coño, es que me jodéis las Navidades. A ver si pensáis un poquito en los demás.

lunes, 25 de diciembre de 2017

Ceys – Pino Madera

¡Ay los parqués! ¡Qué delicados son! Una rajita y ya es todo un drama. Pero como cambiar todo el parqué por una rajita de nada es como poco cool, porque ahora se lleva la frugalidad, Juan, siempre a la vanguardia, opta por estos mejunjes ultrapop.


Con Ceys Pino Madera rellenas las rajas de tu parqué y te quedas más ancho que largo. Lo mejor de este producto es el color, muy bien escogido, y no se nota nada nada el pastel. Su textura cuando se seca es como de goma, como la silicona al aire, pero más refinado.

No sólo de alta cultura vive Juan; o, mejor dicho, Juan ve la alta cultura por todas partes. ¡No puedes vencer a Juan! A Juan le echas encima un Apocalipsis comandada por Donald Trump y te hace una poesía. ¿Cómo es Juan capaz de tamaña hazaña? Juan es capaz de tamaña hazaña comiendo dulces y desdramatizando la tonelada de tonterías que ahora mismo portamos dentro de nuestros pobres cerebros.


No sé a ti, pero a mi la época de la posverdad me ha gustado mucho. A Juan le gustan mucho las cosas pos, porque antes de 2007 Juan era posmoderno. Juan, como un lemming, arrójase a todos los fangos que el devenir del destino tiene a bien regalarnos. ¡Todo el mundo se queja de los tiempos! Antes de 2007 no recuerdo yo que los telediarios se abriesen con canciones de paz precisamente. ¿No será que hemos llegado aquí por ser incapaces de mirar hacia la luz aunque sea un poquito?

Entre el drama y la concordia hemos tendido a mirar al drama el 90% de las ocasiones. Si avivas el fuego del drama no te quejes por obtener drama, mi lector ultraguay. Si hemos llegado hasta aquí es porque el drama es confortable, nos sugiere la idea de que no hay remedio. Por lo tanto tenemos la excusa perfecta para seguir sin mover nuestro culo zumbón.


Las eras son las que son, eso no lo decides tú. Lo decidimos todos, en silenciosa comandita. Si Donald Trump está de presidente quiere decir que más de la mitad de nosotros pensamos que sería buena idea hacer a Donald Trump presidente. ¿Acaso no era lo que necesitábamos? Un tipo que dijese todas las barbaridades que nosotros no nos atrevemos a decir porque luego la gente mira mal. ¿No deberíamos agradecer su trabajo a Donald, ya que es justo lo que pedíamos?

Que tú ahora te hagas el majete no quiere decir que no votases a Donald. ¿Y ahora te quejas de que La Bestia arrase con todo? ¿No has contribuido tú a crear esa Bestia de la que tantas pestes echas? Pues ya que es tu hija trátala mejor.


La Bestia no es tal, son todas nuestras movidas internas irresueltas concentradas en un solo hombre. ¡Ya que Donald se ha prestado a encarnar todos nuestros temores deberías ser un poco más grato! ¿No te parece? Donald ha elegido ser el muñeco de pim pam pum que tú necesitas para desahogarte un poquito. ¿No es esa una verdadera alma al servicio de la totalidad?

Todos los que somos amantes de ser un muñeco de pim pam pum de vez en cuando para que tú te quedes a gusto, pobre niño, te decimos que te tranquilices, que ya ha acabado todo. ¡Y alegra esa cara, que es Navidad!

domingo, 24 de diciembre de 2017

Control Pad Sega Saturn – Retrolink

Retrolink tiene mucha fama entre la comunidad retrogamer. Retrolink fabrica esos control pad que ya no existen y que uno inexorablemente necesita para dar retrorealismo a sus partiditas.


Si hay que comprar un solo control pad la mejor opción es el segundo de Saturn. El segundo de Saturn es como el segundo de Mega Drive pero mejor. Las dos líneas de tres botones tienen ese sabor arcade ya tan ampliamente olvidado y que Sega supo dar a sus productos.

En un mundo completamente aturdido por la retórica del speaker de TED se ha olvidado por qué funcionan las cosas. Las sensaciones, las cuestiones primarias es lo que hace que un juego de lucha pase de ser mediocre a todo un Street Fighter IV. ¿Por qué Street Fighter mola más que Fatal Fury? Porque Capcom supo crear una detección de colisiones mucho más jugosa. Cuando pegas a alguien en Street Fighter sientes que has dado una hostia del copón, en Fatal Fury yo diría que no.


¡Qué importante es el trabajo del programador, ahora que todo el mundo es director creativo de alto copete! Podrás tener ideas muy soberanas pero si el programador pasa de tu pomposo culo jamás tendrás un juego bueno. Lo importante de un juego es que sientas los saltos, las estocadas y la exploración de la fase. Si eso falla, por muy grandilocuente que sea tu concepto, te quedarás en calzoncillos. ¡Que se lo digan si no al millennial creador de No Man´s Sky, apoyado en su fracaso por el simpático y presuntamente fraudulento Peter Molyneux!

Aquí todo el mundo ha aprendido a conceptualizar pero ni el apuntador ha aprendido a programar. Programar no es glamuroso, es cansado y sacrificado. Los programadores no van a fiestas porque se tienen que quedar hasta tarde programando. Los programadores no son simpáticos porque tienen toda la energía enfocada en hacer un código bello. Sin embargo los canapés se los come Peter Molyneux.


Peter Molyneux, por si no lo sabíais, era un icono del éxito de la industria ahora reconvertido en icono del ridículo y del vodevil. Cuando a Peter le apretaron las tuercas su rollo vendehumos dejó de funcionar y se vio lo que realmente había estado allí siempre, pero detrás de una pantalla de engaños: Peter Molyneux era un paquetillo que nos la había colado a todos.

Como supongo que no querrás llegar a viejo y que todo el mundo se ría de ti a saco (pero a saco se ríen de Peter) te insto a que hagas las cosas correctamente. Te insto a que hables poco y hagas mucho. Es mejor que se rían de ti de joven porque hablas poco, porque cuando eres joven puedes aguantar las risas, porque eres joven. Cuando eres viejo cualquiera sabe, igual se ríen de ti y te da un pallá. ¡No te la juegues, mi lector bienamado!


¿No es bello hacer las cosas bien? ¿No es bello vestirte por los pies en vez de ir todo el día preocupado por que te pillen? Si haces un trabajo honesto eres invulnerable porque ¿qué te van a decir? ¿Que tu trabajo es demasiado honesto? No, amigos, ir por la vida montando el numerito y no dando palo alguno al agua es lo que nos ha traído hasta aquí. No sé tú, pero yo paso de ofrecerle pufos a la gente. A mi eso no me gusta.

En cambio Juan te ofrece sabiduría milenaria en un confortable y conveniente envase ultramoderno. ¿Es o no Juan la polla con cebolla? Puedes decirlo, te doy permiso.

sábado, 23 de diciembre de 2017

Thunderbirds

Thunderbirds es una serie clásica de marionetas, pero como a mi las marionetas me dan supermiedo he pillado la película de imagen real. Así puedo disfrutar del sabor original suficientemente falseado como para poder tragarlo.


¿A alguien más le gustan las falsificaciones? ¿Por allí, al fondo? En mi visita a Nueva York me apuré a comprar a un vendedor callejero un bolso falso Vuitton y un reloj falso Rolex. A lo mejor el gachó se creía que me la estaba colando, pero yo estaba comprando auténticas falsificaciones de las calles de Nueva York.

Llevar encima pura falsedad a conciencia es un ejercicio de bella confesión. Llevando encima pura falsedad a conciencia de algún modo estás haciendo las cosas bien. Muy pocas personas pueden permitirse un bolso Vuitton pero su código gráfico mezclado con unas Reebok The Pump es algo como top cool, te lo digo. Así que pasando de todo y dignificando lo falso ganamos todos y encima tu rollo lo peta.


Sin embargo ¿qué significa llevar encima pura falsedad sin conciencia de ello? Oh, amigo, espero que ese no sea tu caso, porque para esas personas espera el fuego más ardiente de todo el Infierno. Esas personas tienen un compartimento especial en los avernos, con unas brasas más dolorosas que las normales. Allí la soberbia se castiga a saco, en el Infierno no andan con hostias. Si te has pasado de soberbio allí lo pagas, tío.

Pueden pasar dos cosas: que lleves encima pura falacia a sabiendas pero hagas como que no te das cuenta; luego está el caso de que lleves encima pura falacia pero realmente no lo sepas. ¿Cuál de los dos casos es más condenable? ¿El que lo sabe y pasa o el que ni se molesta en saberlo? Espero que tengas tu juicio bien entrenado, mi querido lector.


El que lleva encima falacia pero pasa de todo es un jeta pero sólo es un minion. Es un villano menor, un villano que ha de estar a las órdenes de otro villano más grande porque si no no le da la cabeza para poder tomar decisiones. Digamos que el que hace el pufo y lo sabe sólo es un mandado.

Sin embargo luego está el caso más flagrante de todos, el caso por el que en el Infierno se pegan por conseguirlo. Se trata del caso del villano jefe, el que va vestido con harapos y cree estar vestido como un rey. Este ya ha perdido toda cordura en pos de la farsa, por lo que su caso es mucho más grave que el de los demás. Él ha vendido hasta su último gramo de cordura sólo para creer una fantasía desquiciada. Por tanto si a este elemento lo condenas encima preguntará que por qué, porque él no ha hecho nada.


No te extrañe que el Infierno tenga la fama que tiene porque ya ves qué elementos lo pueblan. El Diablo, pobrecito, se las ha de ver con la peor calaña de gente de cada ciudad. ¿No te empieza a caer un poco mejor el pobre Satanás, al descubrir qué labor más ingrata le toca?

A mi definitivamente. Sin embargo los que van de buenecitos y son más malos que el mismísimo Demonio... ¡Brrrrr! ¡No puedo verlos!

viernes, 22 de diciembre de 2017

Game Junior

Buena cosa es que las tiendas sigan sacando coloridos catálogos impresos en papel. Los árboles dan mucha sombra y cualquier día podemos coger un resfriado. Hay que aprovechar lo más posible los parabienes del cambio climático.


Cambiar nuestra forma de vivir porque ahora parece que hace más sol de lo normal es una tontería. ¡Con lo que nos gusta a todos el sol! ¿Desde cuándo el sol ha sido un problema? Más problema sería no enterarme puntualmente de las novedades en PS4, digo yo. El día que Sony deje de ofrecernos oportunidades de ocio tan fantásticas revisaremos eso de imprimir o no catálogos cuyo destino es la basura en el muy corto plazo.

Jajaja. ¡Qué irónico es Juan! Juan hace como si no le importase un culo el cambio climático cuando en realidad le importa muchísimo. Juan cada día se parece más a Diógenes, no sólo por su afición al coleccionismo heavy metal sino también por su delicioso cinismo.


Juan, también os digo, no sólo hace estas cosas porque pase lo que pase el show deba continuar. Juan también lo hace porque es sabio como un buho. A Juan le parecía muy fácil ponerse del unicornio bando en estos diez años de locura hardcore. A Juan le pirra el más difícil todavía, por eso Juan cree que ver las cosas desde una óptica genéticamente distinta a la suya puede ser algo verdaderamente enriquecedor.

Juan, al ser tan rojo, no tiene ni medio problema con vestirse de azul pitufo una temporada. Juan es colorao como los ratones, por eso puede vestirse de faralaes si hace falta. Juan no pierde su esencia, en todo caso la enriquece.


Juan es un tema inacabable, como ya sospecharéis. Juan tiene un fondo de armario que parece esto Supermodelo. Juan se saca un moco y ya tiene de qué hablar. ¡Qué poco hablan los fachas! Estos años que he vivido como ellos lo he sabido. ¡Qué vida más aburrida, tíos! No me extraña que estéis siempre a punto de montar otra bronca, hablando tan poco de alguna manera tenéis que expresaros. ¡Animalitos!

Yo no digo que la figura paterna sea una mala cosa, digo que la figura paterna que habéis elegido se pasa un pelín de borriquilla. Para estos tiempos sí, para estos tiempos había que ser muy borrico para contener tantos avatares, pero para la vida normal es demasiado. ¡Aprovechad que Ciudadanos está a tope y cambiaros de chaqueta, que Juan hace como que no mira!


Juan hace la vista gorda con vuestra flagrante traición a los valores de toda la vida porque Juan piensa que de alguna manera hay que ir tirando para delante. Juan cree que no es lo mismo Franco que el PP ni el PP es lo mismo que Ciudadanos. Hoy un facha ha de vestir por lo menos de El Ganso, si no está expulsado de las instituciones.

Por eso ahora a Juan los fachas hardcore le parecen entrañables. Ahora que la derecha civilizada manda Juan se enternece por la derecha incivilizada, loca, aberrante. ¡Juan siempre de parte del débil! ¡Qué grande es Juan!

jueves, 21 de diciembre de 2017

Shovel Knight – Wii U

Ver este juego y luego el logo del estudio que lo ha desarrollado es una cosa muy curiosa. Analicemos por qué.


El juego respira humildad, falta de medios. Es un canto a los 8 bits, “cuando los juegos eran juegos”. El logotipo representa un yate con humos, el estudio se llama Yacht Club, club náutico. O sea, lo más snob que hay. ¡Qué decepción!

Cuando compré Shovel Knight esperaba que hubiese sido creado por artesanos dedicados, no por niños estirados con ínfulas. Pensé que era un juego hecho por gente que realmente respeta la artesanía, no por gente que la respeta para que digan de ellos que “respetan la artesanía” y así les dejen pasar al club náutico.


Igual es mi carácter más snob que el del más snob del mundo, pero yo no lo creo. Yo creo que mis modos son snobs pero para reírme de los snobs chungos, los que lo son de corazón. O quizás vayan de snobs porque no pueden ir de otra manera. ¿Quién lo sabe? Yo abandono la cruzada de descubrir qué se halla en el corazón de un snob.

Yo os insto, de la forma más humilde del mundo, a que depongáis una actitud estirada. Más que nada por moda, porque ya estamos en el siglo XXI. En el siglo XXI hay cámaras por todas partes, todos sabemos quién es quién. Así que ¿para qué fingir más? Si no das no das, hijo, porque te aúpes no vamos a creer que sí.


Yo entiendo que ir por la vida sin zancos es un rollo, uno no ve por encima de la cabeza de los demás. Pero mejor será ser un humilde bajito que un humilde bajito con la nariz cincelada hacia arriba, ¿no? Piénsalo.

Sin más, mis queridos snobs, os suelto la correa para que podáis sentiros libres por los pastos. Lo que no hayáis aprendido ya no lo vais a aprender, así que os dejo marchar. Espero que cuando os halléis atrapados por la espada de un orgullo más afilado que el vuestro podáis recordar las lecciones del viejo Juan.


Esa es otra: ¡que vaya orgullo de chichinabo! ¿Cómo podéis ir de orgullosos con esa navajita mellada del tres al cuarto? De verdad que a veces me meso mis sabias barbas...

Pero vamos, que esto de lo dicho no cambia nada. ¡Hala! ¡A correr! ¡Sed libres! ¡Libres!

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Collin McRae Rally 2005 – Xbox

¿Es 2005 retro? Dios mío, supongo que tendré que empezar a pensar que sí. No pensé que este momento llegaría, 2005 parecía eterno...


En 2005 yo era el rey de la Creación, era un joven profesional flamante y todas las puertas se abrían a mi paso. De raro entre mis amigos pasé a ser cool entre la gente de la ciudad y aquello no parecía tener fin. Luego llegó 2007 y, no sé, todo se hundió de un día para otro.

Desde pequeño sentía ese temor a que un día todo se iría al garete. Mi miedo más hondo era ahogarme en una piscina de mierda, como si de alguna manera hubiese sabido que todo aquello iba a ocurrir. ¿Me detuvo eso? ¡En absoluto! Cuando llegó el momento supe que estaba preparado y me zambullí en aquel enorme contenedor de heces.


Bucear en mierda, queridos amigos, es un deporte extremo sólo diseñado para los más fuertes físicamente. En El Club de la Lucha hablan de respirar humo como metáfora de lo extremo, pero yo, en vez de humo, preferí respirar caca. La caca es muy densa y realmente pone a prueba tu capacidad de aguante.

Además, entre la caconi se encuentran las perlas perdidas de la historia de la humanidad, perdidas porque nadie está tan loco de bajar ahí a buscarlas. Por eso me debes pleitesía, querido lector: yo rescaté las joyas de tu familia de forma gratuita. Ahora, leyéndome, puedes ponerte en contacto con aquellos hechos del pasado que creías perdidos para siempre.


Supongo que ya habrás caído en la cuenta, querido botarate, que esto de la vida no consiste en avanzar inexorablemente hacia delante. ¿Ves ahora ante ti algún “delante”? No, lo que ves es un enorme terreno deshabitado sobre el que reposan unas cuantas pilas de escombros. ¿Intuyes un poco el pastel en el que tienes que trabajar ahora, querido memito?

El pastel está muy claro: se acabó eso de avanzar hasta la cúspide de la civilización porque has llegado a ella sólo para precipitarte al vacío unos instantes después. Llegar hasta ahí arriba (mérito loable) te ha servido únicamente para proveerte de las herramientas que tu destino te exige usar ahora. ¡Y tú creyendo que ibas a ser Jeff Bezos! No, vas a ser el ayudante de Juan. ¡De rodillas, insecto!


Juan, como ya tendrás clarinete, tiene una mala hostia que te cagas. Juan aprovecha su posición en la jerarquía como el más infame de los jefecillos. Juan aprovecha su tarjeta de visita para hacerte tragar toda la caca con la que Juan no quiere cargar. ¡Este tipo de cabroncete es Juan!

Entiende, mi querido esclavo, que Juan tiene su posición bien ganada: aquí manda quién más mierda sea capaz de respirar. Y tú acabas de llegar, apenas eres capaz de respirar un simpático zurullo de perrito. ¡Gloria a Juan! ¡Venga!

martes, 19 de diciembre de 2017

BioArtesa – Copos de Avena Bio Integrales

Francamente, las empresas de productos ecológicos tienen mucho que aprender. ¡BioArtesa! Una mezcla de... ¡Biológico y artesanal! ¿Cómo te quedas, mi querido consumidor? Con la polla todo tiesa por el juego de palabras, ¿a que sí? Para que luego digas que los hippies no tenemos gracia...


Si los hippies tuvieran gracia dejarían de ser hippies. Comprar este saco de comida de conejos en una famosa tienda de alimentos ecológicos fue toda una experiencia. Me trataron a patadas, con palabras secas y tirándome el saco con desprecio, aunque lo había pagado. Sin embargo, como ya conozco el cotarro, siempre contesté con una sonrisa y toda la amabilidad que llevo en los bolsillos.

Ya lo entiendo, muchachos: soy demasiado guay. Vosotros estáis ahí con vuestra tienda de piensos compuestos para humanos creyéndoos el top cool y por la puerta entra Juan. En ese momento vuestro mundo se derrumba porque ante vuestros ojos se halla la prueba de que sois unos matados con cara de sifilíticos.


Si queréis hacer caso a un experto en ser guay os tengo que decir que vuestro error no es ser unos escuchimizados acabados, el error es creer que eso es guay. Eso no es guay ni lo será jamás. ¿Conoces a algún niño que le pida a su madre que le lleve, por favor, al herbolario? Un niño le pide a su madre que le lleve a la planta de juguetes de El Corte Inglés y luego a la competición de Big Foot, los camiones-monstruo de ruedas gigantes.

Si no estuvierais empeñados en caerle bien a la gente a pesar de parecer los pajes del Conde Dracula no habría ningún problema. Yo podría comprar mis copos de avena sin que nadie me viese como una amenaza. La transacción se haría sin rozamiento y yo os daría las gracias por parecer un espantapájaros para que yo pueda comprar copos para mi desayuno completo.


Además ¿cómo se os ocurre retarme precisamente en ser guay? Si me retaseis en cualquier otra cosa todavía tendríais alguna posibilidad de ganar, pero ¿en ser guay? ¿Pero tú me has visto, campeón? Yo lo peto, nene, yo soy la personificación de la moda, ante ti por la Gracia de Dios. Ese empeño en convertir las babuchas y la tez apagada en algo cool es de una soberbia espantosa. ¡Y luego vais de espirituales!

Yo puedo convertir cualquier cosa en cool, pero sólo yo. Yo tengo superpoderes, yo vengo de un planeta millennial muy muy lejano. ¡Pero tú sólo eres un pardillo! Tú eres un matado resentido porque la gente no le hace tanto caso al tofu como debería. Bueno, le hago caso yo. ¿Por qué no puedes contentarte con eso, sabandija?


Sin embargo los copos me gustan. ¿Por qué no te quedas con eso? ¿Qué más quieres? Las babuchas y lo de meditar casi a oscuras te lo puedes quedar para ti, yo tengo modernas maneras de calzarme y de meditar. ¡Pero te he comprado los copos! No sé, yo estaría contentísimo, Juan casi no le compra nada a nadie...

Vamos, lo que quiero decirte es que me gustan los copos. ¡Me gustan los copos! ¿Qué rayos más quieres? No sé, es que no puedo dejar de ser guay. Es intrínseco a mi. ¿Por qué no aceptas los hechos y me haces una tarjeta de cliente? Venga, házmela. No la voy a usar pero te dejo hacérmela.