Yatekomo. Ya, te como. Te voy a comer
ya. ¡Y tanto! Con tan solo 5 minutos en el microondas puedes
disfrutar de una magnífica ración de arroz 3 delicias.
Además, Yatekomo suena japonés y este
es un producto que imita los famosos noodles instantáneos importados
de china que venden en los chinos de aquí. Esos noodles son un
producto de éxito porque son fáciles de preparar, están
razonablemente buenos y tienen un halo fantasmagórico.
Cuando comprabas una noche esos noodles
te hacía ilusión. No ibas a comer faisán pero ibas a preparar un
producto como de laboratorio, con su sobrecito de sabor artificial,
la gracia del asunto. Sin sobrecito de sabor artificial los noodles
chinos no tendrían éxito.
¡Qué natural es todo hoy en día!
¿Cuándo reconoceréis que necesitáis la sustancia venenosa para
poder vivir?
El veneno, en dosis razonables, son
anticuerpos. Sin vuestra dosis de veneno razonablemente administrado
seréis pasto de todo tipo de virus infecciosos.
El virus al que más estaréis
expuestos es al del aburrimiento y al de la vida yerma. ¡Qué
perfecta es mi vida! No como más que alfalfa.
Como os habréis vuelto seres carentes
de sentido del humor cuando venga un matón amenazándoos en vez de
reíros de él con estrepitosa carcajada os amedrentaréis y dejaréis
que suba al poder Donald Trump. Ah, no, espera, que eso ya lo habéis
hecho.
¡Bueno! Pues ya me diréis qué hacéis
ahora. Os gobierna un tío que os dirige a bramidos y habéis perdido
la capacidad de reíros de las cosas. Waka waka. Lo vuestro es
hardcore.
Y todo por cambiar los Yatekomo por
algas. ¡Genios! ¡Salaos!