Cuando
uno baja a comprar snacks al chino siempre tiene que tener en cuenta
si lleva monedas sueltas suficientes.
Si
llevas un billete demasiado grande obligas al dependiente a quedarse
sin cambio para darte la vuelta. Eso no tiene nada de honorable y los
chinos, como todos sabemos, son personas honorabilísimas.
Para ser
un cliente de categoría uno ha de tener en cuenta estos pequeños
detalles. De no hacerlo con delicadeza podemos hacer enfadar a una
poderosa población.
Ser un
caballero implica molestarse en llevar cambio suficiente cuando uno
baja a comprar snacks. Si un día tienes que pagar con uno de 50€
no pasa nada, pero para pagar con 50€ está el Seven Eleven o el
Sprint. Esto es evidente.