jueves, 1 de enero de 2015

La publicidad de Mini

No voy a engañar a nadie, siento respeto por la publicidad que está haciendo Mini últimamente. Es así. Y eso es mucho decir, porque para que yo respete a alguien mucho respeto se debe merecer. Esto también es así. 

Este anuncio que hoy fotografío es el tercero que me gusta de Mini de tres que he visto últimamente. Tú dirás "Pues la molonidad exige que hubieses fotografiado ya el primero que viste, demostrando así que tu intuición moderna es sublime". Por una vez, y sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo contigo. O al menos, comparto lo que dices, pero ¿qué es mejor? ¿Arriesgarme poniéndote un destello, que sería el primer anuncio que me moló, arriesgándome a darte una pista equivocada sobre lo que es moderno o no, o esperar un poco a ver si ese indicio de molonidad se confirma, dándote más seguridad en vez de más vanguardia? Ah, mi querido fiel, estas son las diatribas que el genio de la modernidad ha de masticar, tragar y digerir. El sufrimiento es enorme, no te lo voy a negar y quiero que sepas en qué estrecho vericueto te metes si decides seguir la senda de la molonidad. 

Es más estrecho que un sacerdocio, que al menos tienes tu celda, tu uniforme de fraile y su respeto social. No, la molonidad sí es un camino oscuro. Sin embargo, ¿qué camino si no es el oscuro ha de elegir la luz más potente? ¿No será ese el servicio más elevado que podría prestar, iluminar los rincones más oscuros? Ese es el camino de la molonidad, amigo mío. Así me las gasto. 


Hoy prestaremos un poco de esa luz a las campañas de Mini, que por tercera vez han impactado en mi de forma positiva. ¿Qué agencia lleva Mini hoy? Hace unos 10 años era S, C, P, F..., pero hoy no tengo ni la más pajolera idea. Quizás sean ellos todavía, pero como han perdido Ikea quizás haya perdido más clientes importantes, como una espantada anunciando que el emperador está desnudo. ¿Lo está? La verdad es que no me atrevería a asegurarlo, pero tampoco dejaría de atreverme. Sea quien sea el que ha llevado esto adelante tiene mi aprobado molón.

Eso es mucho decir.

Un anuncio sencillo, con un guiño, con respeto por uno, con respeto por lo que anuncia, etc. ¿Necesitamos perdernos en grandes discursos para decir que un coche ahora tiene 5 puertas? No, claro que no. Con ser lo suficientemente respetuoso por la inteligencia de uno y del que vaya a ver el anuncio se puede hacer algo muy agradable para ambos, como es el caso que nos ocupa. 

¿Podemos prescindir de los grandes discursos porque lo que estamos haciendo es "sólo" publicidad? No, claro que no. Eso es como decir que podemos prescindir de los grandes discursos en la cocina porque "sólo" estamos cocinando. Los grandes discursos están hechos para ser llevados adelante, sea por un cauce o por otro. ¿Que la gente a día de hoy todavía no está muy preparada para grandes discursos? También te lo digo. Hoy la gente está demasiado asustada por su propia supervivencia (fíjate lo grave de lo que estoy diciendo porque ya estamos nada menos que en el 2015). Y es precisamente por esto por lo que este anuncio, junto con los otros que he visto y no te voy a mencionar, tiene valor.

Este anuncio nos regala un destello de luz que presagia que puede haber más de donde viene. No nos deslumbra con un fogonazo que, al estar nuestros ojos demasiado acostumbrados a la oscuridad, nos haría daño en la retina. También te digo que a mi me produce gran placer deslumbrar y reírme de los pocos preparados ojos del respetable para una luz tan intensa, pero bueno, hoy estamos en plan piadoso. La buena nueva que nos da este anuncio el que los ojos del respetable están hoy un poquito más preparados para recibir altos mensajes y eso a un portador de la Palabra como es el que suscribe le llena de gran satisfacción y, sí, regocijo.

¿Existe esperanza para el mundo y para el hombre? Hoy, con este post, diremos que sí.