sábado, 3 de marzo de 2018

Cómo casarse con un millonario


Hemos empezado la colección de VHS. ¡Albricias! Mi molonidad tiene otra manifestación más, si es que eso es posible.


El título de hoy viene muy a cuento de la huelga feminista, si queremos verlo así. ¡Cuántos conceptos entrelazados y mal definidos tenemos en nuestra mente! Normal que no seamos capaces de resolver los problemas, con este lío cabrío mental que tenemos.

Mi percepción indica que hoy o eres una boba cazahombres o eres una desquiciada histérica. No hay sitio para las mezclas, no hay sitio para el mestizaje de ideas. O una cosa o la otra, tú eliges.


A mi, francamente, me gusta una tía que se vista por los pies. Me gusta una tía que sepa llevar cosas adelante y que tenga independencia de lo que yo pueda pensar o no. Por otra parte, no me gusta una tía que me esté pinchando todo el día porque soy un tío y los tíos, de toda la vida, somos el enemigo a derrotar.

Entiendo que viniendo de dónde venimos una mujer progresista pueda tener la cabeza organizada de esa manera. “Los tíos” es un concepto que se asocia a “los fascistas” y eso lo sabemos todos. Sin embargo Juan opina que para seguir avanzando tenemos que hacer ciertos ajustes en nuestro ordenador cerebral.


Tan buenos somos los chicos que para no herir esa sensibilidad femenina actual nos vestimos de mariquitas. ¿Que a ti no te gusta todo lo que huela a hombre? Ni medio problema, me visto con pitillos y pongo cara de lelo. Es esto lo que quieres, ¿no, cariño? Pues perfecto, te quiero tanto que lo hago y encima no pregunto nada.

Sin embargo eso a la larga no funciona, porque un marido, además de respetar la sensibilidad, tiene que llevar cosas adelante. ¿Pero cómo quieres que lleve cosas adelante si cada vez que frunzo el ceño me tachas de fascista? ¿Entiendes en el callejón sin salida en el que nos hallamos?


Estoy seguro que así explicado, de juana manera, lo entiendes perfectamente. Si tonta no eres, lo que pasa es que, bueno, hay que ajustar ciertas cosillas en tu coco. Pero se ve que hay calidades, se ve.

Sin más, Juan te desea una feliz huelga feminista, huelga que a mi me parece bien. ¡Bastante curras ya! Mándanos a todos a tomar por culo, si no lo haces no te respetaré.