sábado, 10 de marzo de 2018

Dipper XL


Dipper XL es un pintalenguas. Un pintalenguas es una golosina que te la comes y te deja la lengua pintada de un vivo color.


No tuve la oportunidad de mirarme en un espejo para ver cuán pintada estaba mi lengua porque iba por la calle, pero todo indica que quedó muy azul. El aspecto físico de Dipper XL lo dice todo.

Sobre el sabor de Dipper XL, diría que es un Palotes del 2018. El sabor de fondo es a Palotes pero por encima está lleno de sabores desquiciados, que hacen que tus papilas gustativas pierdan los puntos cardinales. Si tomas Dipper XL prepárate porque no vas a entender nada. Es pura lisergia en tu lengua.


Dipper XL está últimamente en el mostrador de los chinos. Los productos que se colocan cerca de las cajas apelan a la compra por impulso. Has hecho tu compra razonada y razonable pero cerca de la caja está ofertado ese producto que jamás incluirías en una lista de la compra sensata. Sin embargo es simpático y, por impulso, lo compras.

Supongo que los distribuidores están intentando dar visibilidad a Dipper XL. Los distribuidores le hablan al honorable chino de Dipper XL y sugieren que podría ofertarlo en el mostrador. Los chinos, que lo que quieren es vender mucho, hacen caso al distribuidor y colocan Dipper XL en dicho mostrador con honorable premura.


Una de las cosas más divertidas de la vida es descubrir nuevos productos. ¿Qué productos nuevos hay en las tiendas? ¿Qué locura desafiante aparecerá hoy en los lineales? ¿Una golosina que pinta la lengua y sabe a viaje de tripi para que se la coman los niños? ¿Por qué no? Esta es la belleza de la sociedad capitalista, que hasta lo más loco es más que probable.

Donald Trump es presidente. ¿Se te ocurre una locura más osada? Un chiste de Los Simpsons se ha hecho realidad. Esto jamás hubiera pasado en la URSS, porque esa gente es muy seria. En Europa tampoco pasaría nunca porque los europeos somos los creadores de la civilización y la gente civilizada no hacemos según qué tonterías.


El capitalismo ha molado, eso es evidente. Si el capitalismo no hubiese molado no hubiese triunfado porque sólo triunfa lo que mola. ¿Quieres triunfar? Consigue molar. Pero no de una forma superficial, evidentemente. Si quieres triunfar has de molar de manera profunda, desde el centro de la Tierra.

Molar de hondo modo es la especialidad de Juan. Juan decide qué sí y qué no ya que es el campeón del molar. Y, como hemos aclarado, lo que mola es lo que triunfa. Por eso Juan tiene la potestad de poner y quitar a su antojo. Juan es así, asombroso.