Dipper XL es un pintalenguas. Un
pintalenguas es una golosina que te la comes y te deja la lengua
pintada de un vivo color.
No tuve la oportunidad de mirarme en un
espejo para ver cuán pintada estaba mi lengua porque iba por la
calle, pero todo indica que quedó muy azul. El aspecto físico de
Dipper XL lo dice todo.
Sobre el sabor de Dipper XL, diría que
es un Palotes del 2018. El sabor de fondo es a Palotes pero por
encima está lleno de sabores desquiciados, que hacen que tus papilas
gustativas pierdan los puntos cardinales. Si tomas Dipper XL
prepárate porque no vas a entender nada. Es pura lisergia en tu
lengua.
Dipper XL está últimamente en el
mostrador de los chinos. Los productos que se colocan cerca de las
cajas apelan a la compra por impulso. Has hecho tu compra razonada y
razonable pero cerca de la caja está ofertado ese producto que jamás
incluirías en una lista de la compra sensata. Sin embargo es
simpático y, por impulso, lo compras.
Supongo que los distribuidores están
intentando dar visibilidad a Dipper XL. Los distribuidores le hablan
al honorable chino de Dipper XL y sugieren que podría ofertarlo en
el mostrador. Los chinos, que lo que quieren es vender mucho, hacen
caso al distribuidor y colocan Dipper XL en dicho mostrador con
honorable premura.
Una de las cosas más divertidas de la
vida es descubrir nuevos productos. ¿Qué productos nuevos hay en
las tiendas? ¿Qué locura desafiante aparecerá hoy en los lineales?
¿Una golosina que pinta la lengua y sabe a viaje de tripi para que
se la coman los niños? ¿Por qué no? Esta es la belleza de la
sociedad capitalista, que hasta lo más loco es más que probable.
Donald Trump es presidente. ¿Se te
ocurre una locura más osada? Un chiste de Los Simpsons se ha hecho
realidad. Esto jamás hubiera pasado en la URSS, porque esa gente es
muy seria. En Europa tampoco pasaría nunca porque los europeos somos
los creadores de la civilización y la gente civilizada no hacemos
según qué tonterías.
El capitalismo ha molado, eso es
evidente. Si el capitalismo no hubiese molado no hubiese triunfado
porque sólo triunfa lo que mola. ¿Quieres triunfar? Consigue molar.
Pero no de una forma superficial, evidentemente. Si quieres triunfar
has de molar de manera profunda, desde el centro de la Tierra.
Molar de hondo modo es la especialidad
de Juan. Juan decide qué sí y qué no ya que es el campeón del
molar. Y, como hemos aclarado, lo que mola es lo que triunfa. Por eso
Juan tiene la potestad de poner y quitar a su antojo. Juan es así,
asombroso.