domingo, 28 de diciembre de 2014

Cosas así que no encajan y en fin

No es que Coca-Cola me emocione especialmente, pero hoy iba por la calle y he encontrado este anuncio claramente erróneo, así que haremos un doblete cocacolero.

Parece que el concepto de la Navidad Coca-Cola este año es "Haz feliz a alguien". Un enfoque ofensivamente conservador, que apela a este espíritu de aceptación de la derrota que nos ofrece también, por ejemplo, Lotería Nacional. Nadie habla de la injusticia de la crisis, nadie habla de que no es culpa de la gente de a pié. Simplemente invitan a aceptar el desfalco con esa "paciencia resignada y católica que tan famoso ha hecho al pueblo español". Fue triste ver el otro día que el PP seguía ganando en las encuestas, porque fue como leer "Sí, el patrón nos ha pegado muy fuerte y ha sido muy malo con nosotros, pero cualquiera le tose al patrón. Tengo miedo". 


Asumiendo que ese es el sentir general en España y que ninguna marca tiene la grandeza ni la responsabilidad de ofrecer un discurso distinto al oficial (quedando claro que prefieren la tibia caricia de la garra del Sr. Burns a la dignidad de dar un paso adelante), tenemos este anuncio-genérico-de-concepto en una marquesina de bus. Vale. 

Digamos que llamo anuncio-genérico-de-concepto al que presenta la idea que ofrece Coca-Cola al mundo para vender sus productos. El resto de acciones comerciales habrán de sumar, de formas distintas, contenido a este mensaje. Digamos que este podría ser el "anuncio 0" de la campaña de Coca-Cola.


Pero llegamos al problema que yo entiendo radical, crucial en la cuestión. Tenemos un Santa Claus dibujado al estilo años cincuenta, que da ese aroma a "de toda la vida" que nos ofrece Coca-Cola últimamente en estas fiestas. De nuevo, paños calientes. Pero resulta que ese Santa Claus años cincuenta lleva una Coca-Cola Zero en la mano. ¿No es un anacronismo feo? ¿No se podría haber hecho de otra manera? A mi me parece feo.

Tú me dirás "Bueno, hombre, no pasa nada". Y yo te diría "Bueno, hombre, pero tampoco deja de pasar". Pasar-pasar, nunca pasa nada. Podemos aguantar de todo, está claro que sí. Pero no estaría mal hacer algunas cosas bien, para variar. Aunque sólo sea por probar qué se siente. 

Yo creo que, dado que la Coca-Cola Zero existe y no podríamos dejar de ponerla y dejar las otras dos, podríamos quitar las tres y dejar al San Nicolás solo, que queda más fino y el anuncio está claro que es de Coca-Cola. Pero si has tenido la desgracia en la vida de acabar en un comité de marketing igual me dices "Ya, pero yo quiero ver producto, enseña mi producto. Producto, producto. Producto. Quiero producto." En tal caso, conteniendo el enorme desprecio que me produces tú y tu manera de ver el mundo, te sugeriría que colocases las tres botellas firmando el anuncio junto al logo. Te quedará más bonito y no tendrás que dibujarlas en plan años 50, lo que aporta a tu patética visión de "producto-producto". Podrías poner tres fotos relucientes, fíjate lo que te digo. 

¿Qué? ¿A que soy mejor que tú? ¿A que ahora te avergüenzas de tu forma de ser? Normal, normal. A mi también me pasaría, mi querido chupatintas.

¡Hala! ¡Feliz molonidad!