miércoles, 10 de diciembre de 2014

El R.A.T. de chichinabo

Tengo una feliz noticia para todos: el ratón diseñado especialmente para darle al gaming como Dios lo concibió, en PC, ha tenido hijos bastardos. Este hecho nos sirve para celebrar, de nuevo, que aquello que mola suele engendrar criaturas retorcidas. Intentaremos ir haciendo apuestas en este blog de las cosas que molan para ver si más adelante terminan completando la espiral de la molonidad. Para ello nos fiaremos tan sólo de nuestro sentido del gusto: esto mola y esto no. Nada más.


El elemento cultural hoy copiado por los chinos es el famoso ratón R.A.T. de Madcatz. No recuerdo hace cuánto salió, pero no tanto. Más allá de que esté especialmente diseñado para el gaming y toda la polla, la cosa es que este ratón mola un montón. No tiene más. Es como uno de esos BMW eléctricos o las Nike LeBron James hechos ratón. Y, de tanto molar, lo han copiado los chinos. Y aquí lo tenemos, sólo para nuestros ojos. De nada.

¿Qué mola más, tener el original o tener la copia? Bueno, ambas opciones molan un montón. Cada una por sus particulares motivos. Tener el original mola porque da más gusto tocarlo, te hace sentir como más importante, da esa sensación de "nuevo", "caro" y "exclusivo"... Pero la copia te ofrece sensaciones quizás algo más modernas todavía: "soy muy listo", "soy muy punk" (esta es muy importante), "tengo una visión muy irónica y trascendente del arte"... La verdad, no sabría por qué opción decidirme. Cuando me pasa esto no me inclino por ninguna opción en principio y dejo que sea la providencia la que me derive en alguna de ellas. Además, hoy en día lo que mola es no gastarse el dinero a lo tonto en cosas simplemente porque sean molonas. Así que pon tus barbas a remojar.

Ya iremos hablando de estos conceptos complejos más adelante. ¿Quién sabe? Yo, desde luego, no.