martes, 16 de diciembre de 2014

La Nueva Molonidad

Lo bueno de que nada de lo de El Viejo Mundo mole (y la consiguiente sensación de que el suelo ha desaparecido bajo vuestros pies) es que existe un mundo nuevo completamente inexplorado dispuesto a enseñarnos una forma de molar que parte de un concepto, una raíz radicalmente (ja ja) distintos.


Lo bueno de tener un alto nivel de percepción molónica es que te basta con mirar un poco alrededor para encontrar algo de lo que hablar. Así que hoy tiraremos de este pendrive que me he comprado hoy para meter dentro toda la música que he acumulado en toda mi vida. Toda mi discoteca, que ocupa un par de baldas grandes, cabe en esa puta mierda y sobra mucho. Lo que hay que ver. Pero no nos desviemos del tema.

¿Qué tipo de ilustración-reclamo visual es este? Hace unos años, evidentemente, todos habríamos caído sobre este "concepto visual" y lo hubiésemos despellejado: "¿No se le podía ocurrir hacerlo más cutre?" "Sí, hala, las alas de la mariposa son el pendrive. 'Brillante'." "Qué primera idea. Podían currárselo un poco más". En fin, que por obvio, por ser demasiado directo, por carecer de una afilada ironía, este photoshop hubiese caído, y de qué manera. Se salía de una batería de normas que podríamos llamar "las normas de las artes occidentales" y, simplemente, era una mierda. 

Hoy no. Como sabéis, niños, cuando una civilización cae, produce durante su caída arte retorcido, desmesurado, arte que refleja una alimaña que agoniza. Sin embargo, una vez muerta la alimaña (o animal en general, para no adjetivar demasiado) se abren las fronteras a ideas nuevas, porque las civilizaciones, además de políticas y económicas, lo son culturales.

Esta es una etapa similar a la que sufre una clase cuando el profesor sale un rato: una explosión de creatividad rota, más dirigida a romper las normas que el profe imponía que a fluir de una manera nueva de por sí. Por tanto, ahora todo lo que mola son las convenciones que, de alguna u otra forma, desafían el canon estético del imperio anglosajón. Todos sabemos cuáles son, consciente o inconscientemente, porque es en el que hemos crecido. Una norma muy importante de este imperio ya pasado es el que todo tiene que encajar. Todo tiene que hacer "clac". Y yo hoy me pregunto "Ya, por mis cojones". Bueno, más que preguntármelo, lo asevero. 

Así que esta chica de alas de pendrive bien podría asemejarse a una gráfica publicitaria indonesia, donde pueden verse cosas tan alejadas de la ortodoxia anglosajona que a veces daban hasta miedo. ¿Por qué ceñirme a esto? ¿Por qué ceñirme a lo otro? Si el amo que, explícita o implícitamente, dictaba las normas estéticas ya no está... ¿Por qué no puedo tirar los pantalones de pitillo y pasarme al chandal militar? ¿O al look Einstein, donde la ropa es absolutamente anecdótica? 

Hoy en día la molonidad suena a BRICS; a ese conjunto de países antes bajo la anglo-bota que ahora se están levantando y dando la vuelta a la tortilla. No sólo eso, sino que van a liderar el mundo en los años que vienen. Si quieres, amigo alumno, explorar nuevos conceptos estéticos te recomendaría libros de festivales publicitarios asiáticos. Pero te recomendaría más todavía probar a expresar lo que te sale a ti directamente de dentro, que, te aseguro, será diferente a lo que está establecido en la calle. Porque, como sabes, los cambios ocurren de dentro a fuera. El Nuevo Mundo no está llegando a ti, sino saliendo de ti. Por tanto, ¿por qué no coger el agua directamente de la fuente y no esperar a que te llegue de vuelta, interpretada ya por otro?

Toda mi discoteca en un pendrive enano. Es evidente que la civilización ha llegado a lo más alto que podía llegar.