No recuerdo esta peli bien pero
recuerdo que era de las buenas de esas de los 80. Además si das la
vuelta a la carátula ves a Michael J. Fox y a unos personajes muy
tipo comedia chula de los años 80. Con lo cual concluyo que esta ha
sido una buena compra, como muy de esas cosas que hay que tener.
Tras diez años finos podríamos decir
que es el momento de agarrar esos fantasmas. Todas esas paranoias
aberrantes que han poblado nuestra mente a causa de la ultrapresión
estaría bien ir sacándolas al rellano que dentro de un rato pasa el
portero a recoger la basura. ¿Qué será real y qué no? Hay una
barrera de ideas confusas entre nosotros y la realidad.
Yo he tenido la suerte de no tomar ni
una sola decisión basándome en la lógica. Como la lógica en estos
tiempos estaba patas arriba hacerle caso era un error de libro. Así
que decidí entrenar la intuición por la sencilla razón de que no
había mejor momento para hacerlo.
Mi sensación era la de ir eligiendo el
camino correcto desde detrás de un torrente de oscuridad. Ver un
destello de luz ante nosotros ha sido más difícil que nunca y
perdona que lo diga claro si te molesta o algo, pero estoy orgulloso
de los logros. Todo decía no pero yo decía que sí. Y lo chulo es
que al final resultó que sí, sí.
Si Los Caballeros del Zodiaco
alcanzaban su verdadero potencial cuando se despertaba su séptimo
sentido yo diría que yo he despertado el octavo o el noveno. No sé
cómo sigo en pie. Parezco Seiya después de cada combate, que
siempre se quedaba hecho una mierda, un burruño. Pero el tío sacaba
fuerzas de su amor por Atenea y tiraba palante. Un verdadero
Caballero de Atenea.
Lo curioso es que esto me resultaba más
fácil que un “comportamiento normal”, porque un “comportamiento
normal” me ha parecido más que nunca completamente anormal. El
dolor cerebral de ir contra corriente era una caricia comparado con
el de seguirla. Así que si tú la has seguido supongo que tengo que
reconocerte mérito, sí.
Por eso estás de suerte. Tú, sí, tú.
De alguna manera tengo que desliar la madeja que tengo aquí y una
manera muy buena de hacerlo es darte la brasa. Como los psicólogos
te pase lo que te pase te preguntan por tu infancia (cuando ya has
hablado tanto de ella que ha perdido el sentido) es mejor
arreglártelas tú solo. Más que nada por no gastar saliva, que ha
habido que ahorrar mucho de todo.
Que no, doctor, si mi único problema
es que el mundo se ha vuelto majara. ¿Usted no se ha dado cuenta? ¿Y
qué hago yo aquí entonces tumbado? A lo mejor el que debería
tumbarse es usted y yo preguntarle por su infancia, que por la cara
que tiene tuvo que ser interesante. Pero encima de que usted es tonto
pelao el que tengo que aflojar la mosca soy yo. Que no, hombre.
Esta década, realmente, el infierno
han sido los demás. Por eso estoy pensando que igual el loco eres tú
y me estás volviendo loco a mi. ¿Es eso, verdad? Pero claro, no
quieres ir al psicólogo. Te entiendo.