martes, 8 de agosto de 2017

Ruffles sabor a Jamón – Pack 312 g Económico

Si tienes que comprar Ruffles en verano es mejor ir a El Corte Inglés antes que a los chinos, porque los minoristas de gran volumen pueden permitirse hacer ofertas mastodónticas, esto es, si compras mucho pagas menos.


Ha sido un razonamiento que nunca entendí. ¿Por qué la gente prefiere vender mucho a bajo precio que poco a alto? Debe ser porque ya no les cabe nada en el almacén, como me pasa a mi.

La rotación es otro concepto complejo para el que suscribe. ¿Por qué quieres que haya movimiento constantemente? ¿Qué ganas con eso? Cansarte. Es mejor ir almacenando cual ardilla durante el invierno para vender todo de golpe en verano. ¿No es evidente?


El futuro de la empresa es trabajar poco. A nadie le gusta trabajar. Trabajar es un gusto adquirido. A nadie le gusta, a los patrones, a los trabajadores, ¡a nadie! ¿Por qué lo hacemos entonces? Debe ser que todavía entendemos la vida como nos explicó la revolución industrial, que hay que reconocer que tampoco estaba mal ese enfoque.

Antes se nos daba una estructura y teníamos que decorarla. Pasábamos los fines de semana mirando televisores y no vigas, porque las vigas nos las daban de serie. Nosotros sólo teníamos que decorar.


Ahora ya no, ahora tenemos que levantar la casa desde cero. Por tanto la estructura de nuestra mente tiene que cambiar. Ahora hay que meter el factor “tuberías” en la ecuación porque antes las tuberías nos las daban y ahora no las tenemos. Por tanto esas cortinas tan bonitas de Habitat tendrán que esperar.

Pensar en cimientos y cemento es algo insólito para mi generación. Nosotros lo más cercano al suelo que habíamos tocado era una alfombra. Así que digamos que desde el 2007 se ha desbloqueado una parte del videojuego oculta, que nunca sospechamos que existía. El videojuego pasó de ser un amable plataformas a un infernal hack ´n slash.


Quizás Abierto Hasta El Amanecer de Robert Rodríguez nos advertía sobre lo que iba a pasar. Quién sabe. La cultura cifra sus mensajes y nadie entiende ni jota, claro. ¡Siempre hablando con metáforas, venga metáforas...! Cómo es la cultura, de verdad te lo digo.

Pero esta cualidad metafórica también la tendremos que tener preparada para el mundo del futuro. Ahora las comunicaciones son cifradas, entra en juego poderosamente el factor sugestión. Como ya no vemos a nuestros amigos tenemos que interpretar cómo les va por la mierda que sueltan en redes sociales. Esto augura, naturalmente, una humanidad telepática. O sea, vas a tener que ser un minero telepático.