Si tienes que comprar Ruffles en verano
es mejor ir a El Corte Inglés antes que a los chinos, porque los
minoristas de gran volumen pueden permitirse hacer ofertas
mastodónticas, esto es, si compras mucho pagas menos.
Ha sido un razonamiento que nunca
entendí. ¿Por qué la gente prefiere vender mucho a bajo precio que
poco a alto? Debe ser porque ya no les cabe nada en el almacén, como
me pasa a mi.
La rotación es otro concepto complejo
para el que suscribe. ¿Por qué quieres que haya movimiento
constantemente? ¿Qué ganas con eso? Cansarte. Es mejor ir
almacenando cual ardilla durante el invierno para vender todo de
golpe en verano. ¿No es evidente?
El futuro de la empresa es trabajar
poco. A nadie le gusta trabajar. Trabajar es un gusto adquirido. A
nadie le gusta, a los patrones, a los trabajadores, ¡a nadie! ¿Por
qué lo hacemos entonces? Debe ser que todavía entendemos la vida
como nos explicó la revolución industrial, que hay que reconocer
que tampoco estaba mal ese enfoque.
Antes se nos daba una estructura y
teníamos que decorarla. Pasábamos los fines de semana mirando
televisores y no vigas, porque las vigas nos las daban de serie.
Nosotros sólo teníamos que decorar.
Ahora ya no, ahora tenemos que levantar
la casa desde cero. Por tanto la estructura de nuestra mente tiene
que cambiar. Ahora hay que meter el factor “tuberías” en la
ecuación porque antes las tuberías nos las daban y ahora no las
tenemos. Por tanto esas cortinas tan bonitas de Habitat tendrán que
esperar.
Pensar en cimientos y cemento es algo
insólito para mi generación. Nosotros lo más cercano al suelo que
habíamos tocado era una alfombra. Así que digamos que desde el 2007
se ha desbloqueado una parte del videojuego oculta, que nunca
sospechamos que existía. El videojuego pasó de ser un amable
plataformas a un infernal hack ´n slash.
Quizás Abierto Hasta El Amanecer de
Robert Rodríguez nos advertía sobre lo que iba a pasar. Quién
sabe. La cultura cifra sus mensajes y nadie entiende ni jota, claro.
¡Siempre hablando con metáforas, venga metáforas...! Cómo es la
cultura, de verdad te lo digo.
Pero esta cualidad metafórica también
la tendremos que tener preparada para el mundo del futuro. Ahora las
comunicaciones son cifradas, entra en juego poderosamente el factor
sugestión. Como ya no vemos a nuestros amigos tenemos que
interpretar cómo les va por la mierda que sueltan en redes sociales.
Esto augura, naturalmente, una humanidad telepática. O sea, vas a
tener que ser un minero telepático.