¡“Las Metamorfosis del Deseo”!
¡Wow! Cuánta pornografía para vender unas galletas.
El spot publicitario (yo voy a usar la
versión anglófila de la palabra) para mi gusto ha de quedarse como
un formato premium, como lo eran antes los anuncios del cine antes de
las películas. Hoy en día es un formato inflexible y carísimo,
como el jamón. Por tanto, como el jamón, pienso que ha de dejarse
para las ocasiones especiales.
La salvación de la publicidad en
televisión es reconocerla como lo que es, la estrella de la
publicidad. Así nos quitaremos de derrochar gritones de euros en
asuntos meramente tácticos y podremos reservarnos para cuando sea
necesario el arsenal completo, la sinfonía última.
Los “nuevos formatos”, para mi
gusto, están glorificados y cuando se glorifica algo se le coge
mucho miedo. Mi pobre madre casi se pone a llorar cuando tiene que
reconocer que no sabe lo que es Twitter cuando yo creo que tiene
suerte de no saberlo. ¿Veis lo que hacéis con la gente con vuestros
numeritos de niño nerd?
Twitter, Facebook y Snapchat no son
nada más revolucionario que Antena 3, Telecinco y los canales
autonómicos. ¿De verdad hay que estudiar un master de Snapchat? ¿Me
lo estás diciendo en serio? Snapchat es un juguete para que las
niñas se pongan orejas de conejita. No tiene más trascendencia ni
la tendrá nunca. ¿Vas a estudiar un master para algo igual de
puntero que el Conecta 4 de MB?
No tengo ni idea de cómo “conectar
con los consumidores” hoy en día. Hacer anuncios en tele es caro.
Los anuncios de Twitter son una castaña y como que no pegan, no
acaban de encajar. Toda la publicidad en Internet parece que no
encaja, porque la naturaleza de Internet es anárquica, de millones
de nodos conectados. Dudo mucho que tus anuncios puedan competir con
los memes de 4Chan.
A la publicidad le pasa lo mismo que a
los caballos, que como ahora hay bicicletas ya nadie va en caballo.
Así que los caballos quedan para tardes de pseudolujo, en las que
llevas a tu novia a dar un paseo en carruaje o algo así. Es una
noticia buena y mala.
Es buena porque ahora el spot está
revalorizado. Como se hacen pocos los que se hagan habrán de ser de
notable alto mínimo. La mala es que habrá menos pastel para todos
y los que hagan spots de batalla tendrán que irse de community
manager o algo así. Ah, que es tu caso. Lo que te digo, ¿ves?
Dar a conocer tu producto al público
depende de lo que siempre ha dependido: de lo bien que se te dé. Así
que déjate de estudiar masters, hombre, y mira a ver qué rascas por
ahí. ¡Espabila!