miércoles, 9 de agosto de 2017

La Casa Encendida – Agenda 2004

¿Pensabais en 2004 que 2004 algún día sería retro? A mi ni se me pasó por la cabeza. Estaba fascinado por la de cosas guays que empezaba a haber en Madrid por aquel entonces. No estaba para prospecciones de ningún tipo. Vivía al día 100%.


Al final a aquello se le pegó un bombazo y ahí quedó. Quedan cosas pero eso y nada son dos nadas. Por eso estoy tan emocionado, porque es el momento para las ratas de alcantarilla como yo. Mi especialidad es rebuscar entre los escombros a ver qué encuentro de valor.

Esta agenda, por ejemplo, en 2004 era símbolo de ejemplaridad, de estar donde hay que estar. Hoy en día es símbolo de que a ti también te la colaron los de La Casa Encendida, ¿eh, Juan? Cómo son, los de La Casa Encendida.


No tengo ni el más mínimo problema con que me la cuelen. Como yo voy a las cosas que me llaman la atención completamente hipnotizado me da igual si son una trampa o no. Si no son una trampa estupendo, y si lo son es porque tenía que caer en ella para no caer más en el futuro. No tengo problemas con estos asuntos.

Una agenda es el Satanás de los regalos. Yo no he usado una agenda en mi vida. ¿Vosotros estáis tan ocupados como para tener que apuntar todas vuestras citas? Dios mío, yo en lo que estoy ocupado es en conseguirlas. ¿Cómo os las apañáis?


Esta agenda es el ejemplo de la modernidad premillennial, la que se fraguó por aquí en garitos como el Nature o el Bali Hai. No me extraña que se haya ido al cuerno porque menudos garitos de mala nota. Ahí no se podía hacer ni un solo plan consistente, el cerebro estaba nublado de pastillas y nadie hacía nada a derechas. Los millennials puede que sean inconsistentes, pero más que aquellos mendas no creo.

Supongo que para hacer una movida consistente sería necesario que sus artífices no fueran el Doctor Bacterio y Mortadelo y Filemón. Habría que llamar a gente de más enjundia para que trazase un plan recto y no un garabato en una servilleta. Talento hay pero lo que no hay es una manera eficiente de aprovecharlo. No mientras el Doctor Bacterio siga suelto.


Como supongo que conocerás por lo menos a tres o cuatro Doctores Bacterio no voy a darte su perfil porque lo sostienes ya de sobra. Ya sabes a qué suena una cantinela bacteriana. Pues si inflar Snapchat hasta el paroxismo ha servido para que lo sepas buena cosa es.

Como yo ya lo sabía no aposté por Snapchat. ¿Ves? No es que sea mejor que tú, es que te hablo desde el futuro. Neutrex Futura.