martes, 13 de febrero de 2018

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If you could read my mind...! ¡Espera! Ahora se puede. ¿No?


Con todos los avances tecnológicos que hay poco tardará que inventen las Google Mind, esas gafas sin cristales con las que lees la mente del que está sentado enfrente. ¡Qué maravilla! Estoy deseando invertir mis cuatro duros en el más puntero de estos adelantos.

Sin embargo las Google Minds ya están inventadas. Conversando tranquilamente sin un irritante run run neoliberal de fondo le lees la mente a cualquiera. Sin gafas ni sin pollas. Sólo con un café con leche en el Central Perk, como nos enseñaron Rachel y Ross.


La tecnología es fascinante, te lo dice un friki de nacimiento. Pero los frikis nos vimos arrastrados a la tecnología por su potenciar libertador, no por la tecnología en sí. Detrás de cada verdadero avance siempre está este anhelo de libertad, de hacer el mundo cada vez más respirable.

Si perviertes este avance para, en cambio, hacer el mundo cada vez más irrespirable perviertes su naturaleza y el avance deja de funcionar. ¿Cómo explicas si no que hasta en Xataka se metan con la tecnología? Porque ya huele, incluso para un granudo redactor de Xataka.


Como estudioso serio de las modas sé muy bien cómo funcionan por dentro. Las modas son estupendas porque son avances para la humanidad, sea en tecnología, en estética o en retórica. Ahora hasta el más paleto de la clase se repeina los cuatro pelos que tiene y, de remate, se echa perfume caro. ¿No es este un avance muy grande? En mis tiempos los paletos te pegaban si te echabas perfume, ahora se lo echan ellos. ¡Qué tiernos son los paletos!

Lo que te quiero decir es que aunque ahora estés asustado pensando en qué podría hacer el tonto de turno con la tecnología que hay actualmente, yo te digo que te tranquilices. Del mismo modo que tú ya ves que tanta tecnología no va a ninguna parte el tierno paleto también acabará viéndolo. A su ritmo, pausado, pero llegará.


Así que todo volverá a ser como antes pero mejor, porque al paleto se le habrá visto mucho el plumero y ya no le haremos caso. Y el único problema del mundo, el paleto, habrá quedado expulsado de nuestro sistema circulatorio.

¿Ves por lo que no tienes que preocuparte por nada? Anda, acércame el daikiri, preciosa. ¡Qué guapa eres! Es como si leyera en tu mente mirando a esos ojos tan grandes que tienes.