domingo, 4 de febrero de 2018

Sonic CD

Amazing Sega. Esta es la nueva campaña con la que Sega me tiene enamorado. Y es que es verdad, Sega es amazing, justamente amazing. Muy bien pillado.


Mi generación tenemos en la cabeza Sega vs Nintendo, pero no tienen nada que ver una con la otra. Nintendo es una compañía juguetera centenaria mientras que Sega es una pandilla de flipados haciendo máquinas de arcade que flipen.

Mientras que Nintendo siempre tiene en la cabeza un concepto, una aspiración por la sencillez, porque todo encaje fácilmente, Sega sólo piensa en que todo sea una flipada. Que todo sea amazing, eso es.


Para los pensadores hardcore como yo es más flipante que todo responda a un concepto. Tiene más mérito para los genios rutilantes crear un concepto lo más fácil posible y que todo lo que hagas redunde en él. ¡Pero la peña de Sega pasaba de todo! Ni se les pasaba por la cabeza eso del concepto o de su puta madre. Ellos querían hacer cosas que te hiciesen en los ojos chiribitas y ya está.

A mi a estas alturas me resulta imposible hacer algo al tun-tun, sin que responda a una estrategia. Tengo esa manera de pensar tan pro muy interiorizada y, francamente, va a ser difícil bajarme de aquí. Por eso me enternece ver a tanto millennial derrochando cantidades ingentes de energía en cosas que no van a ninguna parte. ¡Cómo les gusta disparar a lo loco! Gastan balas para nada.


¡No pasa nada! Son chavales. Eso sí, una cosa me intranquiliza un poco: en mis tiempos la profesión guay para cuando eras joven era ser creativo publicitario. Eso te daba una formación mental muy potente, muy de filósofo. Había que concentrar mucha información en una sola frase. Sin embargo ahora la profesión guay es speaker de TED. Ahí no se aprende a conceptualizar ni ná. ¿Qué van a hacer estos pobres chicos si no saben conceptualizar?

Cierto es que yo no me atrevo a subirme a un escenario a soltar mi mierda mientras que ellos sí, pero... ¿De qué te sirve atreverte a ponerte delante del toro si no sabes torear? Me podrías decir a mi lo mismo pero al revés, sin embargo... No sé, a mi me gusta empezar la casa por los cimientos y creo que primero es tener algo que decir, no atreverte a decirlo.


Ellos creen que tiene algo que decir, pero cuantos más vídeos “motivacionales” millennials me veo más claro me resulta que son todos los mismos mequetrefes que yo me encontré cuando era creativo. El porcentaje de estúpidos mediocres siempre es el mismo, lo único que cambia es la sopa en la que se cuecen. Y esta sopa empieza a estar hechita: ya se ve de un solo vistazo quién tirará para delante en el futuro y quién será un gordo brasas o un jeta que acabe en la cárcel.

¿Por qué os dejáis fascinar tanto por la forma cuando tenéis el fondo tan descuidado, amigos? ¿Por qué sois tan estúpidos, tan pequeños? ¿Es que no veis lo que le terminó pasando a Sega por ir por la vida a lo loco, sin consistencia? Que os sirva de lección.