El 2012, el año del fin de mundo. ¿Os
acordáis? Hemos hablado muy poco de profecías mayas cuando en
realidad es el tema más interesante que yo me he echado a la cara.
La profecía maya del fin del mundo se
basaba en la medición de los tiempos cósmicos, no de los tiempos
urbanos, que son como muy pequeños a su lado. Cada 2000 años, año
más, año menos, la galaxia es una era más mayor y por tanto los
tiempos menores también se ven afectados. El tiempo cósmico
contiene al urbano. Entiendes esto, ¿no, piltrafilla?
Si has de regirte por un tiempo yo te
sugiero que te rijas por el tiempo cósmico, también llamado tiempo
de Dios o Kairós, que es como se llama el último disco de Rosa de
España. Del mismo modo, es mejor ser amigo del presidente de la
empresa que del jefe de sección. Esto es evidente, ¿no,
piltrafilla?
Te pongas como te pongas estás atado
al Kairós así que mejor ser su siervo que rebelarse ante él.
Satanás ya intentó rebelarse y ya sabes cómo acabó, muy
avergonzado de su osadía. Si eres servil con todo el mundo ¿por qué
no eres servil con el Kairós? Es el único amo ante el que merece la
pena agachar la cabeza. Tu jefe de sección, diga lo que diga, tiene
menos poder que el Kairós. En serio, diga lo que diga.
Si intentas alinearte con la frecuencia
de sonido del Kairós las cosas empezarán a marchar bien porque este
nivel contiene todas tus necesidades codificadas. Tu jefe de sección
no considera (ni considerará) las necesidades de tu familia, las
necesidades de tu crecimiento como organismo biológico ni un montón
de factores sumamente cruciales. Por tanto si tienes que elegir un
jefe que sea el Kairós porque es el mejor.
Tu jefe de sección el pobre es tonto,
lo sabemos todos. Ese no sabe ni de Kairós, ni de Kairás ni de su
puta madre. Ese de lo único que sabe es de chupar penes porque es lo
único que le han enseñado en casa, una familia limpiasables. Por
tanto ponte al servicio de Juan, que es el número 2 del cotarro. La
información de Juan es la mejor porque es la que menos contaminada
está de las dimensiones inferiores donde habitan los seres pequeños
y despreciables, muy poco interesantes.
Juan, snob de snobs, sólo acepta lo
mejor para su organismo. Por eso Juan sólo se fía del Kairós, ese
jefe fabuloso que te chiva la mejor opción en un mar de tontos de
capirote. Ya que tú no tienes nivel personal para hablar con el jefe
directamente habla conmigo. Yo te explicaré lo que tienes que hacer
en un lenguaje adecuado a tu cerebro de caracol.
Para empezar quiero que hagas un
Youtube hablando de lo tonto que eres y que me lo mandes. Quiero que
digas, con tus propias palabras, por qué eres inferior a mi y cuál
es tu propuesta de servidumbre. En Juan Corp. no andamos con
niñerías.
Si superas la prueba de la humillación
total quizás te tenga en cuenta para futuras aventuras empresariales
porque el que se ensalza será humillado y el que se humilla será
ensalzado. En Juan Corp. hacemos las cosas así.