martes, 20 de febrero de 2018

Donald en el País de las Matemáticas & Franklin y Yo


Esta era una de mis películas favoritas de pequeño, Donald en el País de las Matemáticas. La otra no tengo ni idea de cuál es.


Las películas que vienen dos en una sola carcasa son un buen trato económicamente hablando, pero para el coleccionista es un poco putada. Siempre es mejor que cada película venga en su funda individualmente, aunque ocupe el doble.

Si fuera una cuestión de espacio no existirían los coleccionistas, porque ahora puedes meterlo todo en un disco duro y ya está. Puedes meterlo hasta en la nube, ese ente que en realidad es un mundano servidor. Pero nada de eso tiene gracia.


Lo que mola es coleccionar. Eso resistirá cualquier avance tecnológico porque no es ningún problema a solucionar por la tecnología. Coleccionar mola, es un pasatiempo constructivo y rico. En esta verdad sencilla se basan los cromos y los Pokémon. De pequeños nosotros hicimos una colección majestuosa de cajetillas de tabaco.

Una colección la tienes que contemplar con los brazos en jarras. Da mucha satisfacción, es como mirar tu obra cada vez más perfecta. Es una cosa masculina aunque colecciones Barbies Malibú. En mi pueblo colecciona todo el mundo, hasta mi tío, aunque tienes que obligarle un poco a que confiese.


Coleccionar es una actividad cultural al alcance de todo el mundo, no como el teatro. Puedes coleccionar diamantes o puedes coleccionar tapones de botella, da lo mismo. Tu colección tiene un significado para ti y es algo que haces con tus propias manos. Los intelectuales hardcore somos muy amantes de la colección porque así hacemos algo fuera de nuestros monstruosos cerebros, para variar.

Ahora que ya te he convencido, dime: ¿qué vas a empezar a coleccionar? Ah, revistas de moda. Pues me parece muy bien. Yo antes también las coleccionaba, es una cosa muy agradable. Ah, que no, tú vas a coleccionar estatuillas. ¡Pues estupendo! Hace poco me hice con una pieza sublime en ese área.


¿Os acordáis cuando podíamos dedicar tiempo a actividades constructivas para el alma? Antes de que el mundo se volviese loco, intentad hacer memoria. Pues no os preocupéis, queridos amigos, porque todo eso volverá. La locura, por mucho que se empeñe, es efímera. Lo que permanece es la razón.

Aunque tú quizás nunca has sido muy amante de la razón que digamos. Quizás estés supercontento porque ahora el mundo es un manicomio. Lo siento, tío, ni con Donald Trump en la Casa Blanca tu rollo se sostiene. Pírate de una vez que los demás estamos deseando volver a vivir en paz.