lunes, 5 de febrero de 2018

Missile Black

Siempre he admirado mucho el genio sencillo de Missile. Missile es, en resumidas cuentas, la bebida energética que tiene forma de bala gigante. O de misil pequeño, como prefieras. De proyectil de lanzapepinos, siendo concretos.


Me encantan las soluciones sencillas. ¡Soy así! Al ser tan genial, tan increíble, valoro mucho las cosas tontorronas. Este principio tan elemental me ha hecho elegir muchas amistades a lo largo de mi vida. ¡Qué tonto es este tío! Voy a hacerme su amigo.

La gente tonta, a su manera, es muy lista. No manejan complejos datos, como los valores humanos, por lo que son capaces de llegar del punto A al punto B de forma muy directa. ¡Hombre, claro! Destruyendo el tejido social yo también me hago rico. Yo y todos, vamos. ¡Muy buena idea, fachillas! Sois tan salaos que no me lo creo.


Querido amigo, si te dedicas a creativos asuntos te recomiendo que abandones el estudio creativo en el que te rodeas de creativos tan de chichinabo como tú y te zambullas en el lodazal que es el mundo. Entre el lodo es donde están las cosas interesantes, porque en los sitios limpitos no hay ná de ná. Hay modales excesivos y una enfermiza obsesión por lo pulcro. Ahí no vas a encontrar nada que mole.

¿Has perdido tu toque especial? ¿Eras parte de los “chicos cool” y ahora eres parte de los cuñados que van de cooles? ¡Bueno, para tu alegría te diré que no eres el único! El panadero de enfrente de mi casa personifica muy bien este estereotipo. Si buscas en el diccionario “cuñado que va de cool” sale su foto.


Juan tiene una característica muy sucinta: le gusta mucho reírse. Juan es como Roger Rabbit, Juan cree que la risa es lo más importante de la vida. Sin risa nada tiene sentido porque aquí hemos venido para reírnos. ¿Para qué hemos pagado la carísima entrada a la vida? ¿Para ver un drama? No, señoras, están ustedes equivocadas. Aquí estamos para pasarlo bien.

La gente muy seria tiene un punto débil colosal: ser demasiado serio es descacharrante. Por eso el Actor Secundario Bob tenía tanta gracia, porque era un culofino disfrazado de payaso. ¿Ves por fin, querida izquierda, dónde está el punto débil de vuestro gigantesco enemigo? El punto débil es que es ridículo. Cuando seáis capaces de ver esto tan claramente como yo dejaréis de poneros tan solemnes.


Al neoliberalismo, ese leviatán despiadado, no se le gana luchando contra él. Eso sería caer en su trampa, porque el neoliberalismo no es más que un señor calvito con bigote vestido de negro que se ha disfrazado de monstruo terrible. ¡Y tú te lo has creído! ¿Ves como a su manera los tontos son muy listos?

Al neoliberalismo se le gana riéndote de él. Por eso Juan se ha zambullido antes que tú en el neoliberalismo más atroz, para empaparse de su esencia y así emerger victorioso y darte la clave. El punto débil del neoliberalismo es que es ridículo y lo que tienes que hacer es reírte de él. No te lo puedo decir más claro.