jueves, 12 de octubre de 2017

BMX XXX

Esto parece muy buena idea; mezclar bicis BMX con pornografía. ¿Qué puede salir mal? Absolutamente nada, I´m afraid.


En la práctica el juego es un Tony Hawk en el que en vez de desbloquearse archivos de vídeo de skaters son de strippers. Pues... ¡Muy bien! Habéis mejorado la mezcla original en su punto débil, la falta de tetas.

Espero que os deis cuenta, mis queridos drugos, que hacer algo de calidad no es tan difícil. Basta con coger algo que funcione y hacerlo un poco mejor. ¿Hay que estar teniendo ideas disruptivas todo el rato? No, basta con tener ideas medio decentes. Con algo medio decente tiras para delante y apruebas. Quizás no saques un sobresaliente pero no repites curso. ¿Por qué eso está mal?


Tengo la sensación de que estos últimos diez años el mundo ha aprendido lo que yo aprendí los diez anteriores: a pensar. El mundo se convirtió en una gran agencia de publicidad en la que los millennials han sido los creativos trainees con mucho futuro. Han cometido todos los errores que uno ha de cometer cuando es trainee, como rayarse demasiado con un concepto o no ser resolutivo. ¡Bueno! Ya sabéis lo que Juan sabía hace ya la hostia. ¿No estáis contentos, insectos?

Juan, al que nos referiremos en tercera persona, siempre está en el ojo del huracán. Juan siempre sabe dónde hay que estar, como las aves saben cuándo migrar al sur. Juan tiene esa cosa, ese punto especial que le hace moverse a ese lugar en el que el aprendizaje es más intenso. ¿No es Juan algo remarcable?


Si abandonas la fútil y seca idea de que tú sabes lo que hay que hacer tendrás el honor de seguir el rastro de la túnica de Juan. Siguiendo las cáscaras de pipas que Juan va sembrando en su divino discurrir serás capaz de descubrir lugares maravillosos reservados sólo para los que tienen la visión despierta. ¿No es un trato justo a cambio de la entrega de tu pleitesía? Entrégate, hombre.

Juan, ese amo compasivo, se encargará de secarte las lágrimas cada vez que te asalte la revelación de que no eres tan listo como pensabas. Juan se arrodillará para ponerse a tu nivel, bajísimo, y te arrullará como al aprendiz blandito que todavía eres. Juan ya sabe dónde vas a tropezar, cuándo y si vas a caer de cabeza o de boca.


Juan se ha dedicado a analizar tus puntos débiles mientras tú te dedicabas a inventar la última aplicación ridícula, esa que no sirve absolutamente para nada excepto para hacerte creer que eres guay. Juan tiene en sus manos el mapa de tu alma y sabe que aquí, aquí y aquí hay trampas escondidas. No asustas a Juan porque Juan se dedicó a asustar antes que tú.

¡Surrender, bonito! Ante Juan eres enternecedor. Donde todos ven un genio de la tecnología Juan ve un imberbe que no sabe hablar sin escupir. Empezaremos por ahí, mi pequeño amigo. Voy a convertir a esa escopeta de perdigones en un fusil como Dios manda.