Esto parece muy buena idea; mezclar
bicis BMX con pornografía. ¿Qué puede salir mal? Absolutamente
nada, I´m afraid.
En la práctica el juego es un Tony
Hawk en el que en vez de desbloquearse archivos de vídeo de skaters
son de strippers. Pues... ¡Muy bien! Habéis mejorado la mezcla
original en su punto débil, la falta de tetas.
Espero que os deis cuenta, mis queridos
drugos, que hacer algo de calidad no es tan difícil. Basta con coger
algo que funcione y hacerlo un poco mejor. ¿Hay que estar teniendo
ideas disruptivas todo el rato? No, basta con tener ideas medio
decentes. Con algo medio decente tiras para delante y apruebas.
Quizás no saques un sobresaliente pero no repites curso. ¿Por qué
eso está mal?
Tengo la sensación de que estos
últimos diez años el mundo ha aprendido lo que yo aprendí los diez
anteriores: a pensar. El mundo se convirtió en una gran agencia de
publicidad en la que los millennials han sido los creativos trainees
con mucho futuro. Han cometido todos los errores que uno ha de
cometer cuando es trainee, como rayarse demasiado con un concepto o
no ser resolutivo. ¡Bueno! Ya sabéis lo que Juan sabía hace ya la
hostia. ¿No estáis contentos, insectos?
Juan, al que nos referiremos en tercera
persona, siempre está en el ojo del huracán. Juan siempre sabe
dónde hay que estar, como las aves saben cuándo migrar al sur. Juan
tiene esa cosa, ese punto especial que le hace moverse a ese lugar en
el que el aprendizaje es más intenso. ¿No es Juan algo remarcable?
Si abandonas la fútil y seca idea de
que tú sabes lo que hay que hacer tendrás el honor de seguir el
rastro de la túnica de Juan. Siguiendo las cáscaras de pipas que
Juan va sembrando en su divino discurrir serás capaz de descubrir
lugares maravillosos reservados sólo para los que tienen la visión
despierta. ¿No es un trato justo a cambio de la entrega de tu
pleitesía? Entrégate, hombre.
Juan, ese amo compasivo, se encargará
de secarte las lágrimas cada vez que te asalte la revelación de que
no eres tan listo como pensabas. Juan se arrodillará para ponerse a
tu nivel, bajísimo, y te arrullará como al aprendiz blandito que
todavía eres. Juan ya sabe dónde vas a tropezar, cuándo y si vas a
caer de cabeza o de boca.
Juan se ha dedicado a analizar tus
puntos débiles mientras tú te dedicabas a inventar la última
aplicación ridícula, esa que no sirve absolutamente para nada
excepto para hacerte creer que eres guay. Juan tiene en sus manos el
mapa de tu alma y sabe que aquí, aquí y aquí hay trampas
escondidas. No asustas a Juan porque Juan se dedicó a asustar antes
que tú.
¡Surrender, bonito! Ante Juan eres
enternecedor. Donde todos ven un genio de la tecnología Juan ve un
imberbe que no sabe hablar sin escupir. Empezaremos por ahí, mi
pequeño amigo. Voy a convertir a esa escopeta de perdigones en un
fusil como Dios manda.