viernes, 20 de octubre de 2017

FlatOut

Es más fácil romper cosas que no romperlas. En este principio tan sencillo se basa FlatOut.


Pillarte un coche hecho polvo en un desguace e ir haciéndole ñapas poco a poco es una cosa que nos gusta mucho a los chicos. A las chicas no, a las chicas les gusta que el coche te lo den ya bien.

Si recoges a un amigo en un coche hecho polvo se pondrá muy contento; significa que puede poner los pies en donde la guantera y no pasa nada. Pero si recoges a una chica en el mismo coche te pondrá caras. ¡A las chicas no hay quién las entienda!


Si te tiras un pedo un amigo se ríe; la chica, si te tiras el pedo, no se ríe. Va así la cosa, más o menos. Sin embargo si a un amigo lo llevas a Primark el que te pondrá caras será él, mientras que la que se reirá será la chica.

Hay que tener un poco de todo porque si no uno no puede hacer nada. Yo quiero tirarme pedos e ir a Primark. ¿Tan complicado es entender esto? ¿No puedo ser medio vegetariano y a la vez comerme mis buenas Ruffles de vez en cuando? Pues parece que, socialmente, ni hablar del peluquín.


Hoy en día o eres de una cosa o eres de otra. ¡El mundo se ha polarizado! O comes alfalfa o comes ostras, pero un poco de aquí y un poco de allá no está reconocido; hacer un poco de esto y un poco de lo otro es lo que yo llamo ser normal, pero hoy no se puede. Los que comen ostras se creen que los que comen alfalfa van de guays y los que comen alfalfa se creen que los que comen ostras son unos delincuentes. Así que, nada, en el medio de todo está Juan. Para variar.

Yo por mi estupendo, porque con tantas peleítas están descuidando el tema crucial, ser verdaderamente guay, motivo último por el que estamos sobre la faz de la Tierra. Así que mientras ellos se pelean por unas tonterías de agárrate y no te menees yo me lo llevo calentito.


¿Es fácil ser tan guay como Juan? Naturalmente que no. Uno ha de tener un temple casi taurino y ha de saber elegir qué batallas pelear y qué batallas no. Con el tiempo las batallas que merece la pena pelear tienden a 0 y Juan cada día tiene más energía para dedicar al radicalismo guay, único radicalismo que Juan abraza.

Definitivamente ser como Juan no es tan fácil. Ser como Juan es aspiracional, casi.