miércoles, 4 de octubre de 2017

MTX Mototrax

No hay nada que más me guste que un nombre sonoro, que se te llena la boca al pronunciarlo. ¡MTX Mototrax! Es como comerse un jabalí con mermelada.


No hay que olvidarse nunca que lo que más felices nos hace es comer jabalí. Todo el mundo ha leído las obras completas de Astérix pero en la práctica nadie se dedica a cazar jabalíes en el bosque y a pelear bonachonamente con tu amigo Obélix. En cambio la gente lo suele dejar para la jubilación, cuando ya eres tan viejo que las babas se te caen y tu piel se desprende de la carne de repugnante manera.

¡Hay que ser gilipollas! ¿No? ¿Por qué dejas lo importante para el final? ¿Tan mal se te da cazar jabalíes? Debe ser eso, no puede existir otra explicación. A ti lo que te pasa es que si vas a cazar jabalíes no coges ni un resfriado. Tu talón de Aquiles es ese, por eso no paras de hacer cosas diferentes a cazar jabalíes.


Si dejas lo de los jabalíes para la jubilación cuando empieces a cazarlos nosotros ya seremos buenísimos haciéndolo y ya no nos va a apetecer. O peor, iremos contigo pero nos reiremos por lo bajinis cuando no des pie con bola. ¿Por qué planificas tan mal la vida? ¿Por qué pones tanto peso en una variable y dejas las demás sin atender? ¿Eres tonto? Así conseguirás una ecuación desbalanceada, que es lo más humillante que puede conseguir un matemático.

Debe horrorizarte la vida exenta de responsabilidades porque huyes de ella como de un fantasma. Tienes la cabeza ocupada en asuntos supuestamente importantes sólo por no aceptar que lo de los jabalíes no se te da. Y para colmo de tragedias yo conozco tu corazón y a mi no me puedes engañar como a los demás. Yo veo al niño desesperado que yace bajo la apariencia de persona respetable.


A lo mejor la culpa es mía. Eres tan especial, tan único, que saber tratarte exige una preparación extraordinaria. Extraordinaria, como tú. ¡No te preocupes! ¡No desesperes! Mientras tú hacías esas cosas tan importantes que tienes que hacer yo me he dedicado a aprender a cazar jabalíes. Así cuando te rindas a la evidencia de que estás caminando en círculos tendrás un maestro a la altura de tu timidez. Cuando tú vas yo vengo, podríamos decir.

Naturalmente me voy a reír de ti. La diferencia es que, al contrario que todos los demás, yo estoy de tu parte. Me voy a reír de ti pero no te humillaré, que es lo que piensas que va a ocurrir si te paras ahora. ¿A que sí? ¿A que es eso lo que piensas? Tampoco vas tan desencaminado en realidad.


En fin, que ya te dije que esto iba a pasar. Esa es otra, que siempre tengo razón. ¿Por qué te empeñas en pensar que la tienes tú? ¿No ves que eso es como pretender vaciar el mar? Eres enternecedor hasta la vergüenza ajena, me resultas muy enternecedor.

¡Pretender quitarme la razón a mi! ¡Qué cosas tienes! Si pusieses la mitad de empeño en cazar jabalíes...