domingo, 29 de octubre de 2017

Clueless (Fuera de Onda)

Esta película fue muy trascendente para nuestra generación; nuestra generación creyó que eso de estar todo el día refunfuñando por los males del mundo era una impostura exagerada, dadas las circunstancias de entonces. Era más honesto dedicarse a la laca de uñas.


Si no sientes algo es mejor que no lo hagas porque de hacerlo quedarás en ridículo. Entonces era ridículo ir de anarquista porque las cosas iban decentemente, al menos, y hoy es ridículo ir de pija lela porque las circunstancias son más indecentes. Ambas imposturas son la misma en realidad.

Lo importante es que no seas un farsante; he aquí el significado de la vida, a grandes rasgos. Quizás sean unos rasgos demasiado grandes pero para tu nivel vas que te matas.


Estoy seguro que en los 90 ibas de paupérrimo y hoy vas sacando pecho. ¿A que sí? ¿Ves? Siempre al revés. Cuando hay buen rollo tú te sientas a amargarte en una esquina y cuando hay mal rollo sales a bailar para dejar claro que tú eres mejor que los demás. ¿Ves como eres gilipollas? Lo sabemos todos.

Ese es el motivo por el que todos te damos de lado, porque eres un tontín. Nunca sabes mezclarte con el grupo, siempre necesitas que la atención recaiga sobre ti, como si fueras un bebé. A la larga ese rollo cansa y la peña se escapa. Pero esto no te lo tengo que explicar porque lo sabes de sobra, ¿no?


Estar fuera de onda no es no saber comprar ropa, aunque también; es no encajar, no saber surfear una ola que deberías intuir. No sabes hacerte valer sin desmerecer a los demás y viceversa. ¿No te das cuenta de cuán infame es tu existencia? Yo creo que sí. Sí, ¿no? Sí.

Ahora que entiendes la clave de tu desdicha ya no me necesitas para nada, en todo caso viviré en tu cerebro como un aguijón que te recuerda que eres idiota. Gracias a mi irás enderezando tu camino y, quién sabe, quizás algún día te conviertas en algo de lo que los demás no huyan al verlo venir.


Ese era el problema, hombre. Que eres idiota. Y tú intentando mejorar esto y lo otro. ¡Eres idiota! Ese era el único problema del mundo.

No digo que sea fácil pasar de pensar que eres la leche a pensar que eres idiota. Pero eso es culpa tuya. No haber pensado que eras la leche. ¿No?