Speed Racer es de los directores de
Matrix, o sea, que no puede estar mal. En la caja lo pone bien claro:
“De los visionarios directores de Matrix”.
Hoy la gente se pega por ser
visionario. ¡Se pega! Es curioso que gente que diga que es
visionaria se pegue con otra que también lo dice, porque hasta donde
yo sé cuando te estás pegando con alguien no ves nada, es todo
confusión. ¿Cómo puede ser visionario alguien que está más
preocupado por quedar por encima del compañero que por ver nada?
Estos pequeños detalles son los que te
animan a ver una charla TED o no. Cuando un tronco está dando un
discurso a un auditorio, cual profesional de la stand up comedy,
aunque todos sus gestos tratan de destacar una sabiduría y un aplomo
por encima de la media uno ve algo por el rabillo del ojo: es el
bicho del tronco, que asoma cuando la luz le da por determinado
lugar.
El bicho no es tal bicho, es un niño
acojonado por no dar la talla cuando la situación lo exige. Pero un
niño con tal nivel de presión encima se convierte en un bicho.
Trata de apuntalar bien sus defensas para que no se note que es lo
que es y eso consume unos recursos asombrosos. Es imposible que su
discurso tenga interés porque lo que verdaderamente tiene interés
es cómo consigue sostener esa farsa descarada.
No hay nada más triste que un niño
gordito negando repetidamente que lo es. Ese pobre niño gordito
tendría que estar comiendo Bollycaos, como dicta su naturaleza, no
dando charlas que, dicho sea de paso, ya conocemos todos de pe a pa.
¡El mayor comercio minorista del mundo no tiene tiendas físicas!
¿No es asombroso? Estoy hablando de Amazon.
TED es un contenedor de niños gorditos
que maldicen a Dios por haberles hecho como son. Me pregunto por qué
no les gusta ser un niño gordito, porque a mi me encanta: los dulces
te gustan más que a nadie y tus biorritmos te llevan a una vida
calmada, pacífica. Sin embargo estos del TED es evidente que tienen
algún trauma en su gordito cuerpo que les impide apreciar lo que
realmente son.
Una charla del TED no es tal charla, es
una venganza: contra todos los que se rieron de ellos, contra todos
los que golpearon su cuerpo redondito, metafóricamente, claro.
¿Realmente estos carne de terapia de grupo tienen algo que decir? Lo
dudo mucho.
Todos son como Speed Racer, intentando
correr muy rápido para llegar a quién sabe dónde. ¡Qué cosa tan
teenager! Yo no sé cómo señores con esas canas todavía están en
ese rollo.
Tranquilos, foquis, bajad la marcha.
Esto empieza a ser de vergüenza ajena. Bajad de ese escenario, por
el amor de Dios, que ya vemos todos el pastel. ¡Mmmmm! ¡Pastel!
¡Eso sí que es lo tuyo! ¿A que sí? Anda, toma un euro, cómprate
un Q! Canuto.