lunes, 30 de octubre de 2017

La Celestina – Fernando de Rojas

Celestina es lo mismo que alcahueta, una señora que enreda los siete enredares para que un chico y una chica acaben juntos.


¿Es un oficio respetable? Bueno, no respeto mucho eso de andar haciendo trampas por las esquinas, pero si sirve para que una pareja demasiado tímida para conocerse lo haga entonces estoy de acuerdo. Soy muy íntegro, no compro cualquier mierda.

Este libro es un coñazo, como otros tantos que obligan a leer en el colegio. Da una sensación oscurísima, como de gracias a Dios que ya no vivimos en el siglo XVI o cuando rayos se escribiera este libraco. Me asombra que antes que yo otras personas poblaran el mundo.


Las personas que poblaron el mundo antes que yo no tienen ninguna importancia. Ya ves a lo que se dedicaban, a malvivir en una sociedad sin agua corriente ni alcantarillado. ¿Qué rayos tengo yo que ver con esas personas? Todo lo ocurrido antes del siglo XX equivale a la Edad de Piedra.

Ahora que ya estamos en el siglo XXI el siglo XX huele a steampunk, a caballos de vapor, a levita, a bigote poblado, a aviones prototipo que se rompen por la mitad... A mi por lo menos es a lo que me huele. ¿Tengo yo algo que ver con eso? Pues sí, al menos más que con la mierda que cuenta el tal Fernando de Rojas.


Por mi, si me preguntáis, podemos dejar todo ese rollo bananero de “la vieja Castilla” en la tienda de souvenirs. No sirve para nada, es absolutamente mediocre. Es querer vivir en la oscuridad cuando puedes darle a un botón y que se haga la luz. ¿Quién quiere eso para sí? Una persona oscurísima por dentro, naturalmente.

Si eres oscurísimo por dentro no quieres que den la luz porque como la den todo el mundo va a ver la especie de Golum purulento que eres. Todo el mundo se dará cuenta de que estás podrido como un topo muerto en el campo y escaparán no sólo por el hedor, que oler ya olías, sino por contemplar la podredumbre bajo el sol.


Pero claro, como comprenderás porque tú no te laves los demás no vamos a estar a oscuras. De eso espero que te hagas cargo. Así que lo siento, vamos a dar la luz. Has tenido mucho tiempo para ducharte porque vivimos en el siglo XXI y hay agua corriente hasta en el desierto. Si estás sucio sólo tú eres responsable.

Personalmente la opción que más me agrada es que no te duches, porque un souvenir del pasado olvidado es más auténtico si está sucio que si está limpio. Ahora bien, no vas a salir de la tienda de souvenirs a cambio. ¿Qué te parece? ¿Hay trato?