jueves, 26 de octubre de 2017

Sword of Hope – Game Boy

Si quieres un juego de rol a la antigua, pero a la antigua antigua, no lo dudes, Sword of Hope. Aquí te mueves como en las clásicas aventuras conversacionales de Spectrum, yendo de pantalla fija a pantalla fija según elijas uno de los cuatro puntos cardinales.


¿Es chunguísimo? ¡No demasiado! Es un soplo de aire fresco ahora que los gráficos pueden ser movidos de forma nativa en 4K. Como sabéis, cuando venimos de pedo por la noche compramos primero Fritos para luego comernos un Círculo Rojo, primero comemos salado para luego comer dulce o viceversa. Con los contenidos de toda índole pasa lo mismo.

¿Que ahora se lleva A? Bueno, pues tú tienes que invertir en B. A está muy caro porque se lleva y B está barato porque no se lleva. Sin embargo cuando se vuelva a poner de moda B tú tendrás que comprar A después de haber vendido tu B por un buen dinerito al que se le llama en lenguaje empresarial “beneficios”.


Aunque esta fórmula es tan sencilla y tan sensata casi nadie se guía por ella. Si se lleva A la gente compra A, no piensa más allá. Tú igual piensas “pues para hacer el tonto de esa manera yo no sé por qué la gente no se suicida y acaba antes”. Pues es verdad. No había caído.

Francamente, para seguir el tambor es mejor no seguir nada. Sobre todo por la vergüenza que da ser una hoja al viento, sin voluntad propia. Yo no digo que este mundo no sea muy difícil, lo que digo es que para bajarse los pantalones de esa manera ante él es mejor salir corriendo. Si te vienen a violar por lo menos intentas huir, ¿no?


Las modas son una cosa muy curiosa a la que he dedicado mucha energía. Las modas parecen completamente aleatorias, pero nada más lejos. Las modas son las cosas que nos conviene hacer para avanzar cada día un poquito más. Al principio son pocos los que se dan cuenta de lo que hay que hacer, a esos se les llama innovators. Luego la gente va pillando la cosa poco a poco y aparecen los early adopters. Así hasta que llegamos a los rezagados.

Puedes saber cuál será la siguiente moda de la misma manera que sabes qué tipo de alimento te apetece comer ahora. Tienes que ser honesto, porque las modas se basan en que la gente se engaña a sí misma. Si lo que te apetece es leche condensada tienes que tener fe en que todo el mundo es igual que tú aunque no tiene el valor para pronunciarse.


Si todo el mundo fuese honesto consigo mismo ni existirían las modas, ni existiría capitalismo ni existiría ná. Sin embargo esta vena poser del hombre medio nos permite aprovecharnos de su falta de sinceridad. Sabemos que a Paco le apetecen galletas pero le da vergüenza pedirlas porque todo el mundo está pidiendo gambas. Así que tú compras galletas bien baratas porque ahora no se piden y se las vendes a Paco más caras que las gambas. Eso sí, sin que nadie se entere.

Paco en ese momento quedará bendecido con la Gracia del early adopter y los demás se fijarán en él. Paco estará centelleante, efecto que se consigue al ser fiel a ti mismo. Los demás querrán un poco de lo que tiene Paco y Paco, después de hacerse de rogar, les dirá que tú vendes galletas. Todos irán a comprarte galletas cuando no mire nadie y así hasta la siguiente moda. ¿Has visto qué fácil es?