viernes, 22 de septiembre de 2017

Eneryeti Mayic

El ginseng y el guaraná son así unas cosas como muy flipantes porque dan energía y eso. Son, podríamos decir, como cosas mágicas. Así que a este Eneryeti le llaman Mayic y dabuti.


Estoy preocupado por Eneryeti, la bebida energética patria de la que soy fan parece como si se estuviese flipando; como les va bien están sacando variedades al tun tun. ¡Error! Cuando te va bien haz como si no te fuera tan bien. Cuando te va mal haz como si no te fuera tan mal. ¿Tan difícil es recordar las normas básicas de la elegancia en este puto mundo futurista de chichinabo?

Aquí parece que por tener smartphones nos podemos comportar todos como cíngaros. Pues no, en todo caso tendremos que ser más responsables que nunca porque ahora con un dron te tiro un cohete por la ventana. No hay nada peor que unos niños malcriados a los que se les dan todos los caprichos. Pues un poco está así la cosa, no nos engañemos.


Ahora, por ejemplo, cuando haces cola en un chino para comprar Eneryeti tienes que aguantar que un niño vestido como de dandy apeste a colonia delante tuyo mientras notas sus vibraciones como de mujer histérica porque estás demasiado cerca de él. Cuando el mundo estaba dominado por machotes tenía sentido ese rollo, pero ¿ahora? Ahora no es más que una impostura, forma desprovista de fondo.

En mis tiempos nos vestíamos de maricones para protestar, ahora se hace para encajar. Por lo tanto ahora para protestar hay que vestirse de Chuck Norris, no de Boris Izaguirre. Antes era al revés.


¿Mola o no mola el 2017? ¿Algún día pensaste que te vestirías de skin porque sería lo top, lo verdaderamente contestatario? Yo desde luego no me lo imaginé ni por un segundo. Pero ya ves, la modernidad es la mejor amiga que podrías tener. La modernidad siempre te sorprende, siempre te abraza con brillantez por el punto débil que dejaste descubierto.

Los pelos de mi pecho que un día pensé en depilar hoy son el mejor adorno de pasarela. Hoy tener un plexo solar como el de Ravishing Rick Rude “El Cariñoso” es muchísimo más guay que estar depilado como una débil rana. Hoy ir por al vida con mocasines sin calcetín vuelve a ser lo que siempre fue, una cosa absolutamente ridícula.


Admite que las noticias que te trae Tío Juan siempre te alegran; el Tío Juan “El Viajero” siempre te trae cosas fascinantes de allende los mares. Te dice que al otro lado del mar, donde las cosas molan de verdad, los niños vestidos de marinerito ya no se llevan. Que ahora se llevan los hombres que parecen hombres y las mujeres que parecen mujeres. ¿Te extraña? Antes era de lo que huías, por eso montaste lo de los hipsters, melón.

Creer que una moda es la de-fi-ni-ti-va es de amateur de la modernidad. Es de alguien que ha empezado hace poco en esto de ser moderno y comete los errores propios de la inexperiencia. Y como tú empezaste en esto de la modernidad en 2007 caes como un palomo en cada cepo. Haz caso a Juan que lleva en esto mucho más que tú y déjate aconsejar, pimpín. Que con esos mocasines pareces un pimpín.