domingo, 10 de septiembre de 2017

Playstation 2, El Álbum

En mi recién desenterrada pasión por los megamixes me hice con este Playstation 2, El Álbum. Cuando salió la Playstation 2 todo el mundo meaba colonia con ella y le ofrendaba megamixes. Hoy es la consola de coleccionismo más burda de todas.


Tener juegos de Playstation 2 es como tener un ficus: aburre a las ovejas. Los juegos de Playstation 2 no son juegos de Playstation 2, son juegos sin más. ¿Qué consola ha conseguido el imposible, arrancar el alma de la marca a sus criaturas? Playstation 2, la marca de mal gusto.

Playstation 2 se ha convertido en un genérico. Definitivamente se puede morir de éxito, porque Playstation 2 no existe. No existen unas sensaciones asociadas a ella y no a ninguna otra consola; Playstation 2 te deja frío como una ventisca gélida.


Terminar siendo un alma aniquilada tiene que ser terrible. Cuando te nombran no pasa un ángel, como es lo suyo. Cuando te nombran no pasa nada. ¿Playstation 2? ¡Nada! Ni una sensación, ni un rencor. ¡Nada! Playstation 2 se ha evaporado de la atmósfera.

Eso de tener el instinto de dejar huella en el mundo tiene sentido. Hay algo trascendente ahí que hace que cuadre. Cuando alguien piensa en ti se enfada o se pone contento, pero que piensen en ti y no sientan absolutamente nada... ¡Dios mío, qué triste final! Me pongo a llorar sólo de decirlo.


Ya que estamos hay que hacer que merezca la pena. Si Pablito cada vez que se acuerda de mi rabia que se las pela es una cosa chula; algo toqué dentro de Pablito que sigue supurando y no se cura. ¿Qué será? Cuando Pablito lo descubra mi trabajo en el corazón de Pablito, incrustado como una astilla, habrá terminado.

A lo mejor Pablito tiene graves problemas de autoestima y yo se los hice salir a la luz. ¿Quién sabe? Conociendo a Pablito no se extraña uno, porque mira que es raro ese chico. Ese chico está mal, se ve de lejos. Pablito no ha estado bien nunca, que lo conozco desde pequeño. Si Pablito está rabiando es evidente que sólo él tiene la culpa.


Por tanto es trascendental que Pablito se mire en el espejo y dirima qué es aquello que no le permite dormir por las noches, porque yo no soy, eso lo acabamos de demostrar hace un momento. Yo tengo mis teorías, pero que se las cuente Rita. ¡Bastante he hecho yo ya!

¿Cómo acabará Pablito? Ay, mira, es que ni me interesa ya. Suficientes dolores de cabeza he tenido por culpa de Pablito.