jueves, 14 de septiembre de 2017

Penny Racers

¿Es este juego una versión moderna del clásico Micromachines de Mega Drive? Pues es posible, pero de momento no lo sé porque o consola o disco del juego no funcionan bien.


Cuando compras un juego y te dicen “espera que te lo pulo un poco” mala señal. No digo que no sea un detalle que te lo pulan, podrían no pulírtelo, pero de entrada te están diciendo que el disco está más rayado que una jaula de tigres. Y por no discutir lo compras porque cuesta más barato que un refresco.

No discutir es una cosa que me gusta mucho. Discutir es entrar en guerra, es renunciar a la diplomacia. Hay veces que discutir es la mejor forma de solucionar el problema porque en seguida se ponen de relieve los verdaderos pormenores de la cuestión. Sin embargo para ello es necesario un gasto de energía que yo ya no estoy dispuesto a hacer.


Además cuando discutes se solucionan los problemas de aquel con el que discutes. ¿No es mejor dejarle con ellos volviéndole loca la cabeza mientras tú te vas a tomar un refresquito? Yo ya he llegado a un punto en el que para entrar en mi club tienes que saber ir por la vida sin tener que discutir cada diez pasos. Si cada diez pasos te pica te aguantas, pero a mi no me lo cuentes, que no me interesa.

Discutir es para niños, porque los niños todavía tienen que aprender diferentes cuestiones que la mejor forma de aprenderlas es discutiendo. ¡Pero yo...! ¿Qué más voy a poder aprender yo? Poca cosa. Cosas que no merecen el gasto de energía de un enfado.


Si alguna vez he discutido contigo es porque te quiero mucho. De verdad, si no te quisiera te diría a todo que sí, como hago con casi todo el mundo. “¡Sí, sí, si!”. Te ríes de la gente y encima no te puede decir nada. Pero a la gente que quiero le doy un trocito de néctar para que las tinieblas de su mente se despejen como por arte de magia. ¿No ves que si yo discuto arreglo los problemas? Es mi don, mi gran virtud.

Si tú y yo hemos discutido mucho y un día te doy la razón a todo échate a temblar; significará que ya no me interesas un comino. No es que hayas ganado la batalla, porque eso es genéticamente imposible, es que he visto algo en ti que me ha desagradado. Y como me ha desagradado te dejo con el enfado no resuelto, para que nadie se pueda acercar a ti porque estás enfadado. ¿Ves cómo se hacen las cosas de forma definitiva? Es así de fácil.


Además te estoy haciendo un favor: te mando certificado por correo postal a juntarte con otro que esté a tu nivel, porque yo, por hache o por be, ya lo he rebasado. Así podrás seguir dándole vueltas a esa estupidez que a mi ya no me importa con alguien al que sí le importe. ¿No es esta la más eficiente de todas las soluciones?

En resumidas cuentas, que deje de discutir contigo es un fracaso sólo para ti. Significará que tú no has aprendido nada mientras que yo he aprendido mucho. ¿No es esa la más amarga de las derrotas, la que sabe realmente a mierda recién cagada? Puedes apostar tu ano.