¿Tú qué crees que hay en La Caja de
Pandora? ¿Crees que dentro está confinado todo lo bueno y puro de
la humanidad? ¿O más bien crees que dentro se haya lo contrario, lo
malo y corrupto? Pues según de quién estemos hablando, ¿no?
Tengo la suerte y la desgracia de, como
Superman, tener visión de rayos X. A mi que alguien vaya por la vida
con La Caja de Pandora cerrada plim porque le conozco desde pequeño.
Yo ya sé que aunque este vaya de esto en realidad es esto otro. Que
lleve La Caja de Pandora cerrada me da lo mismo porque sé de buena
tinta lo que hay ahí. Por tanto ¿por qué llevarla cerrada?
Hace unos años tuve la visión
sobrecogedora de cómo iban a ser estos años neoliberales, como
cualquier personaje bíblico de categoría. La intuición me hizo
comprar en Xbox Live un juego de poker para aprender a jugar bien al
poker porque en estos años lo que se iba a llevar era jugar al
poker. Como ya sabéis mi visión se cumplió y hoy todo el mundo
juega al poker como forma de vida.
Intenté alertar a mis compañeros
coolhunters de por dónde iban a ir los tiros pero no entendieron de
qué hablaba yo, más que nada porque ellos estaban tan pringados
como todo el mundo: como todo el mundo, ellos planeaban “ganar la
partida” en el juego de “a ver quién es al que le va mejor en su
carrera profesional”. Por lo tanto mis avisos les estaban
delatando. Así que o no se enteraron o no se quisieron enterar.
Entiendo que para ganar hay que jugar
limpio, si no ya me dirás tú por qué te pones contento cuando
vayas a la cama. Si ganas haciendo trampas puede que todo el mundo te
admire pero tú sabes que eres un tramposo, así que ¿por qué rayos
te pones contento? Hay que estar desesperado para intentar ganar con
trampas, tengo que apuntar.
Si para ganar tienes que cargarte al
resto de los jugadores... ¡Vaya juego social del demonio que hemos
montado! Eso no sirve para nada, en todo caso sirve para sublimar tus
traumas de la infancia, todos en fila. ¡Ahora sí que me he vengado
de esta panda de hijos de puta! ¡Puede que se rieran de mi de
pequeño pero ahora el que ríe soy yo! Esa es la motivación última
que subyace en la economía, o sea, que ya me dirás tú cómo puede
acabar eso.
Como todo el mundo planeaba en secreto
acabar con todos los demás para así vengarse de su triste discurrir
por la vida era evidente que esto iba a acabar como ha acabado, en
plan total war. Yo me retiré de la partida antes de que la cosa se
pusiese fea, como un buen jugador de poker, ya que me había
adiestrado. Preferí preparar el terreno para cuando ya se hubieran
matado entre todos.
Cuando le cuente a mis nietos que hubo
una época en la que la gente iba de buena pero planeaba en secreto
acabar con todo el mundo no me creerán. Pensarán que les hablo de
la Edad Media o de una época perdida superoscura. Pero no, no, le
estaré hablando de principios del siglo XXI. A principios del XXI la
gente tenía formas corteses pero en su interior maquinaba para
destruir a todo el mundo y quedarse solo sobre una pila de cadáveres.
¿Cómo defiendo yo este hecho ante mis nietos?
Les diré la verdad, que la gente
estaba muy jodida pero nadie hablaba de ello. A todo el mundo le
dolía por dentro pero por vergüenza no se comentaba junto a la
máquina de café. Así que lo que hacía la gente era planear
oscuras venganzas contra todos los que les hacían daño. Y la manera
de vengarse era el éxito y la fama. Mis nietos me mirarán como
extrañados, pero ¡ei! ¡No es culpa mía! ¡Os estoy diciendo la
verdad! ¡No me metáis en una residencia!