Nunca he conseguido sentirme del todo
cómodo con los programas de hacer música. Están demasiado llenos
de botones, no les acabo de pillar el aire. Aún con todo volví a
insistir en lo que, por alguna razón, el destino me niega y me pillé
este Music Generator 3.
Ahora me ha dado por la Xbox original.
La Xbox original es la consola de moda porque habla de los
emprendedores: es la consola por la que nadie dio un duro al
principio pero se ha convertido, en la opinión de este humilde
crítico, en la mejor marca de consolas del mundo. A día de hoy Xbox
es la marca de consolas más guay y, ya ves, sólo le ha costado más
de 15 años y una financiación tamaño Microsoft. Si Xbox lo ha
conseguido nosotros también.
La música es una cosa curiosísima. Yo
me enamoro de las personas por la música que emiten. ¿Es esto algo
mío o es patrimonio de todos? En este asunto me interesa ser
comunista porque así me siento menos pelanas, siento que el timo no
sólo me lo hacen a mi. Si vosotros también os enamoráis de una
música ¡bien por mi!
Sea como sea, la música trasciende a
las personas. Si una música te embruja por algo será y lo más
natural es que tengas que seguirla. ¿De qué te vas a fiar sino? ¿De
la fría razón? A la razón ya la hemos hecho mucho caso y mira
dónde nos ha llevado. Es momento de dejarse llevar por el hechizo,
básicamente porque el resto de salidas nos han sido cortadas.
Cuando te dejas llevar por el hechizo
ocurren cosas mágicas, como era de prever, ya que estamos hablando
de un hechizo, no de un seco tam-tam. Los hechizos auguran cosas
mágicas. Lo que pasa es que los hechizos hablan en metáfora y puede
que lo que te prometieron no sea exactamente lo que te encuentres al
final. El Apocalipsis habla de una ciudad de oro, pero una ciudad de
oro puede ser una ciudad muy alegre, no una ciudad hecha de oro
físicamente. ¿Veis lo que quiero decir?
La música de las personas también
tiene esa particularidad. Puede que lo que encuentres al seguirla no
sea lo que pensaste al principio pero, visto en metáfora, es
exactamente lo que se te prometió. Así que concluimos con que
seguir la música de las personas es una cosa buena, aunque nos
asalte el peligro de una cínica sensación de fraude.
Yo llevo toda la vida siguiendo la
musiquilla, lo que pasa es que en ciertas etapas la musiquilla me
dijo “pasa de mi una temporada y ponte a jugar a la consola, que
ahora es la mejor idea con diferencia”. Y como yo me creo a pies
juntillas que esa música no es más ni menos que Dios pues le hago
caso y juego. ¿Te atreverías tú a desobedecer?
Ya me dirás tú qué guía uso para la
vida sino. ¿Lo que dicen en el Telediario? Sí, ahora voy. Ahora voy
yo a planificar mi vida en función de lo que digan los Telediarios.
Es mejor planificarla en función de lo
que te diga una música mágica. ¿No es evidente?