sábado, 23 de septiembre de 2017

Jurassic World

Ciudadano Kane se queda en calzoncillos ante esta película. ¡Qué bueno es Steven Spielberg! ¿Cómo se puede ser tan bueno? Me da una rabia que no me puedo aguantar.


Lo digo medio de coña medio en serio pero esta es la película que más me gusta del mundo. No sé por qué la mejor película del mundo ha de ser una cosa hecha a base de diálogos. En esta película se cuentan cosas importantísimas a base de imágenes. Tendemos a pensar que lo difícil de digerir es mejor que lo fácil y así nos va en la vida.

La mejor escena de esta película es cuando Owen lidera a la manada de velociraptores, por eso esa escena sale en la portada. Ver a Owen siendo capaz de mandar sobre unos seres de cerebro reptiliano te inspira muchísimo. Yo con esa imagen estoy bastante más lleno que si me leo las obras completas de Shakespeare.


Los reptiles tienen como característica fundamental ser de sangre fría mientras que los mamíferos la tenemos caliente. Los mamíferos mantenemos una temperatura corporal constante mientras que la de los reptiles es variable. Se podría decir que nuestro corazón es más cálido que el de los reptiles. En principio la sangre fría es mejor para el combate despiadado pero esta película sugiere lo contrario.

¿No es lo más putamente guay del mundo ser capaz de que unos velociraptores te obedezcan? Un tigre está chupado, es un mamífero como tú y ahí ya hay un vínculo. Una serpiente es un reptil pero es muy pequeñilla, con una serpiente no vas a ganar ninguna guerra. ¡Pero estos bicharracos...! La potencia de un tigre mezclada con la sangre fría de una culebra. ¿Quién coño es capaz de comandar a semejante ejército?


Yo creo que de ponernos en plan comandante lo mejor es ponerse bien-bien. Que te obedezcan cuatro mataos es facilísimo, los mataos están deseando obedecer a alguien porque por sí mismos no se valen. Pero la gente de más categoría ya es más dificilillo. La gente de categoría no obedece al simple ordeno y mando, como Íñigo Errejón. La autoridad que Errejón obedece es más compleja, más sutil, el respeto se le inspira a Íñigo usando algo más que la fuerza simplona.

Si vas por la vida de predicador no te va a hacer caso ni tu hijo. Si vas de gritón igual te obedecen unos pocos pero el resto va a pasar de ti porque no tienen ganas de aguantar gritos. Tienes que mezclar ambas facetas si lo que quieres es mandar sobre unos velociraptores espantosos. Es natural que haya crisis de liderazgo porque los millennials no le hacen caso a cualquier tuercebotas. Y la mayoría de líderes que tenemos o son gritones o son blanditos.


¿Tienes un equipo a tu cargo? Bueno, bueno, no te flipes, hoy tiene a su cargo un equipo hasta el tonto del barrio. La cuestión es cuan alta es la calidad de tu equipo. Si son idiotas caso cerrado, tú no vas a ir a ninguna parte. Si son listos puede que te obedezcan por miedo, porque tú eres el jefe, pero para que te obedezcan aplastas sus mejores cualidades. Por lo tanto lo único que haces es convertir a listos en idiotas porque si no tú no puedes con ellos. ¡Luego dicen que el talento en España está desaprovechado! Me pregunto por qué.

¿Serás capaz, oh líder empresarial, de comandar los velociraptores que hoy campan por la piel de toro? Pueden meter la Biblioteca de Alejandría en un chip del tamaño de la cabeza de un alfiler pero te miran con desprecio, como si fueras un primate. ¿Crees que podrás soportar la carga? Voy a ir a Sportium a hacer mis apuestas.