martes, 14 de noviembre de 2017

Dulcesol – Chapelas Pinky

Pensaba que una chapela era una boina, pero los bollitos enrollados sobre sí mismos tipo Phoskitos parece ser que también se llaman así.


Cubrir los bollos de rosa es una cosa que está de moda, Donuts también lo ha hecho. Evidentemente esto lo inventó la Pantera Rosa hace muchísimos años e incluso hay una portada de un disco de Los Sencillos testificándolo.

¿Es importante ser el primero en inventarse algo? ¡Pfffff...! ¡No sé! Cuando eres joven sí, supongo. Cuando eres joven quieres ser el que primero haga esto, el que primero haga lo otro... Cuando eres mayor tus prioridades cambian, además ya has sido el primero en muchas cosas y digamos que esa espina no la tienes clavada.


También te digo que si llevas intentando ser el primero en algo desde tu mocedad y todavía no lo has conseguido, no sé, deberías dejarlo. Seguro que tienes a la gente a tu alrededor desesperada por el mero hecho de que no tienes “esa cosa” que hay que tener. Todos murmuran que este quiere ser esto pero no es capaz, y por eso nos tiene aquí tiranizados.

La gente es muy así, en cuanto se da cuenta de que eres un inútil deja de apoyarte, ya ves. No tienen ningún respeto por las fantasías descabelladas. No son como el buen Sancho, que aunque te tires contra unos molinos de viento sigue a tu lado como un clavo.


Cuando te haces mayor lo que te importa es tu mujer y tu familia, romper todos los récords se queda un poco sin sustancia. Aunque claro, si no has roto ni un puto récord no puedes estar a lo que hay que estar, yo lo entiendo. Estás follando con tu mujer y se te va la cabeza a ese récord que no conseguiste romper.

Mi opinión es que deberías abandonar. Estás haciendo el ridículo y nunca lo vas a conseguir, acéptalo. Tu mujer ya se está enfadando y tu familia se ríe de ti, aunque a la cara hagan como que te apoyan. Eres un tipo corriente, no tienes esa cosa que tanto anhelas. ¿No lo ves?


Si al final ser superguay tampoco es para tanto. De verdad, no tienes por qué envidiarme, te lo digo en serio. ¡Ojalá yo fuera un John Doe como tú! Tendría muchos menos problemas de los que tengo, te lo prometo.

La clave de la vida es aceptar, apreciar y amar lo que uno es. Y tú, macho, deja ya de intentar llegar ahí porque no vas a llegar. Es que es muy patético, perdona que te corte el rollo.