Las Ruffles York´Eso tienen un
competidor titánico, casi da miedo. Además, las York´Eso nunca
acabaron de triunfar. Esto deja la pista despejada para esta nueva
variedad de Pringles.
Francamente, tampoco están tan buenas.
Les pasa como a las York´Eso, que no saben así muy allá. Pero aquí
estamos hablando de despiadada competición: ¿qué mola más,
Ruffles o Pringles? Podríamos hacer con eso un debate que durase no
horas sino días.
Yo le tengo más cariño a Ruffles por
eso de que son de aquí, pero ¿realmente son de aquí? Yo con
Matutano no tengo nada claro, Matutano creo que es una empresa
catalana pero luego vende Lays que son internacionales. En fin, sea
como sea vamos a decir que Ruffles son españolas, para abreviar.
Pringles son extranjeras. ¡Brrrrr!
¡Extranjeras! ¡Con lo poco que nos gustan los extranjeros en
España! Todo lo que arroje un poco de luz sobre nuestras patéticas
vidas en España nos da tirria. ¡Se pasa uno la vida construyendo la
marca Tente para que luego llegue Lego y se mee en nuestra puta cara!
Ya está bien, hombre. Proteccionismo cuanto antes.
La competición ha de ser sucia, si no
en España no nos gusta. Necesitamos medidas proteccionistas que nos
protejan (de ahí su nombre) de la calidad extranjera. No puede ser
que se abran las fronteras así a lo loco sin pensar en que la
calidad de ahí fuera nos va a dejar en ridículo.
En España sabemos ser paletillos,
saludar al vecino con cariño fingido aunque luego le pongamos verde
cuando hablamos con nuestra mujer. Asimismo, luego engañamos a
nuestra mujer en un burdel y la ponemos a parir con otro vecino al
que nos hemos encontrado en el mencionado burdel. Pero lo de trabajar
eficientemente no nos lo pidas que no lo vamos a saber hacer.
¿Nos condena esto a la mediocridad
eterna? ¡Espero que no! Con esquivar las malas hierbas yo creo que
está todo solucionado. En España, aunque pocos, hay algunos
ejemplares humanos de cierta calidad. Basta con juntarse con ellos y
cerrar las puertas a nuestros compatriotas más mediocres, para que
se mueran de frío fuera y nosotros, superiores, mejoremos la raza
cada nueve meses.
Que estés furioso o lleno de alegría
ahora mismo depende de tu calidad genética. Si tienes buenos genes
estarás alegre porque ves por fin que hay alguien que comparte tus
pensamientos más íntimos. Sin embargo si tienes malos genes estarás
furioso porque notas, por instinto, que voy a por ti. ¡Se siente!
Haber evolucionado más, saltamontes.
Pero como para decirme algo tendrías
que confesar que eres inferior no lo harás, porque lo que más te
asusta en el mundo es que los demás descubran que eres inferior. ¿A
que sí? Pues eso.