viernes, 10 de noviembre de 2017

Pro Evolution Soccer 5 – Xbox

Como mi empeño, mi terquedad se centra en ser el más guay del mundo, ahora juego mucho a la Xbox original. ¿Por qué? Analicemos tan especialito asunto.


La Xbox no es ni muy vieja ni muy nueva, como una novia de calidad. No caes en la obviedad de jugar a la Super Nintendo ni usas algo de tan poco buen gusto como una Playstation 3. Estás bordeando el delicioso filo de la navaja.

Caer para un lado o para otro es muy fácil. Puedes ir con los malotes o puedes ir con los empollones, pero la gracia está en ir con todos y con ninguno a la vez. Ambos lados tienen cosas malas y lo guay es libar el néctar y escupir la cera.


Si no buscas el más difícil todavía ya me dirás qué motivación tiene la vida. No, dime, porque yo no se la veo. Ya sé que tirándome a una Mega Drive cumplo con los retrocánones, pero la gracia es cumplirlos tocando siempre las narices.

Me pregunto cómo será dejar de tocar las narices. No lo quiero ni pensar, debe ser algo aburridísimo. Mira, es que lo estoy pensando y hasta mal rollo me está entrando, de verdad.


Aportar cosas inteligentes es terrible, las brumas de tu mente se disipan y ya no tienes nada en qué pensar. ¿Y ahora que he resuelto todos los problemas qué hago? Es importante tener una batería de problemas de reserva por si te aburres y no sabes qué hacer.

Ten cuidado, oh lector, de no resolver de golpe todos los problemas de la vida porque luego igual te aburres. Tienes que tener un plan pensado de antemano para cuando no tengas ningún tedioso nudo mental que resolver. De lo contrario puede pasarte como al de Cadena Perpetua, que cuando sale de la cárcel se aburre como un higo.


Mucho se habla de mejorar las relaciones en el trabajo, pero yo te insto a que las empeores. Si tienes un buen ambiente no te puedes quejar de nada y tienes que ponerte a trabajar. Y eso es lo que evitamos por encima de todo, ¿no? Todo este guirigai de la economía colaborativa y aledaños es porque no nos apetece trabajar. ¿Por qué si no íbamos a montar todo este cristo?

¡Evita el buen rollo! ¡Malmete! ¡Traiciona! ¡Siembra la cizaña! Sólo así podrás librarte de la condena de no tener excusas. Si siempre hay un culpable podemos seguir haciendo como que hacemos algo cuando en realidad no hacemos nada. ¿No es estupendo?