No hay nada mejor que un buen tebeo de
Astérix para pasar un resfriado. Quizás un Super Humor o un Tintín,
eso ya va en gustos.
No hay mejor midicina que ponerse
contento. La risa todo lo cura así que no sé por qué no invertimos
más dinero en risa y menos en quinoa, porque, aceptémoslo, la
quinoa da como bajón. Hace ilusión comer quinoa y decir “¡Ay,
qué sano me estoy poniendo comiendo este extravagante alimento!”,
pero reír-reír no te ríes mucho.
¡Qué complicada hacemos la vida!
Tendemos a pensar que cuanto más complicado lo hagamos todo mejor
será. Yo, como estoy muy versado en procedimientos creativos de alto
nivel, sé de buena tinta que cuanto más complicado es algo menos
funciona. Tomemos como ejemplo al agua: H2O. ¿Se te ocurre una
molécula más sencilla? Pues gracias a esa tontería de molécula el
mundo es un vergel.
Si para conseguir resultados tienes que
remover Roma con Santiago te recomiendo que revises tu método. Todo
indica que está poco trabajado. Dios, el Hacedor, tiene pinta de ser
un creativo top. Cuando uno es el Alfa y el Omega digamos que tiene
credenciales suficientes como para que la gente piense que uno es
top-top. Pues bien, yo no diría que la Creación de Dios es muy
complicada. Agua, aire, barro y poco más.
La grandeza de la Creación de Dios es
que con elementos muy sencillos se puede llegar a cotas creativas muy
elevadas. Partiendo de agua, aire y barro se puede llegar a Amazon
Go, por ejemplo. ¿Te imaginas lo contento que está Dios viendo que
el fractal que diseñó para el universo ha cristalizado en Amazon
Go?
Yo estaría supersatisfecho. La belleza
de la creatividad es dejar sueltos a los elementos y ver qué
inventan. Si eres un líder empresarial, pongamos por caso, tienes
que diseñar una estructura suficientemente sencilla y
suficientemente flexible. Tienes que inventar algo tan sencillo como
el agua, el aire y el barro. Sobre esa base, has de dejar sueltos a
los palurdos de tus empleados y rezar para que te traigan algo no del
todo patético.
Obsesionarse con el control denota ser
un poco tonto. No te ofendas. Si estás obsesionado con controlarlo
todo quiere decir que tu mente no está suficientemente despejada
como para dejarte ver con claridad. Si lo estuviera verías que la
vida se parece más a una brisa de verano que a un algoritmo de
Google.
¿Has visto que lecciones más
maravillosas te da Juan? ¿Cómo es que no invitas a Juan a cenar?
No, Juan no te contaría nada en la cena, por supuesto que no. Juan,
al ser muy listo, lo que haría en la cena es cenar. Juan, si al
final le invitas, te rogaría que le llevases a Tony Roma´s o, si
eso no es posible, a Friday´s.
Juan en esos sitios lo que pediría es
el costillar con salsa barbacoa y los aros de cebolla. Y a partir de
ahí lo que ya quieras pedir tú. Y lo bueno de estos sitios es que
puedes rellenar el refresco todas las veces que quieras, según tengo
entendido.